Li Jingwei, un hombre que fue secuestrado cuando apenas tenía cuatro años, logró reencontrarse con su madre y su familia más de 30 años después. Gracias a las redes sociales, un vídeo viral y, en especial, a un dibujo de un mapa de la aldea donde creció logró lo que parecía imposible.
Su ansiado encuentro se dio el pasado 1 de enero después de que la policía diera con el video e identificara el pueblo del que se trataba y encontrara a una mujer con un hijo desaparecido. Después de las pruebas de ADN pudo confirmarse la identidad de ambos. El primer encuentro fue cubierto por una gran cantidad de medios, tanto de China como internacionales ante la increíble historia.
EL SECUESTRO DE LI JINGWEI
Con apenas cuatro años, Li Jingwei fue secuestrado por una red de tráfico de niños cerca de la ciudad suroccidental de Zhaotong, ubicada en la provincia de Yunnan esto en 1989. Después fue vendido a una familia que vivía en la provincia central de Henan, a casi dos mil kilómetros de distancia de su hogar original.
Aunque Li era consciente de que estaba lejos de casa, desde niño se dio cuenta que tendría problemas para reencontrarse con su familia, debido a que no recordaba su nombre de nacimiento, el de sus padres o al menos el nombre de su ciudad natal.
Ya como un adulto, tiene su hogar en la provincia de Guangdong al sur de China, en donde decidió retomar la búsqueda de sus padres naturales. Al principio no obtuvo ninguna respuesta, ya que sus padres adoptivos no sabían nada al respecto y las bases de datos de ADN no reportaron algún contacto similar.
Entonces se apoyó en lo único que podía recordar, cómo lucía su pueblo natal. Cuando era niño y se sentía muy triste, Li relató que lo único que lo hacía sentir bien era hacer un dibujo de su aldea, tanto que en ocasiones realizaba un dibujo de ello al día. Su siguiente paso fue dirigirse al internet para encontrar respuestas.
Por medio de la red social Douyin, que es como se conoce en China a TikTok, decidió compartir un video con uno de sus dibujos, el cual es un mapa de cómo recordaba la aldea. En su dibujo se pueden ver un bosque de bambú, un estanque y un edificio, el cual dijo podría ser una escuela.
“Soy un niño que está buscando su hogar. Un vecino calvo me llevó a Henan alrededor de 1989, cuando tenía unos cuatro años. Este es un mapa del área de mi hogar”, relató Li durante su video. “Han pasado tantos años, no sé si alguien de mi familia me está buscando. Quiero poder volver a ver a mis padres mientras todavía están aquí”.
De acuerdo con varios medios locales, el video se convirtió tan viral que incluso llegó al Ministerio de Seguridad Pública. Las autoridades se encargaron de estudiar el mapa y localizar la aldea de la que se trataba. Pronto dieron con la ciudad de Zhaotong en Yunnan y localizaron a una mujer que había perdido a un hijo cuando era apenas un niño.
Antes de confirmar cualquier cosa, decidieron tomar muestras de ADN de ambos y el 28 de diciembre pudieron confirmar el parentesco.
EL ANSIADO ENCUENTRO
Una vez que se confirmó que eran familiares, las autoridades concretaron una videollamada entre Li Jingwei y su madre. Desde el comienzo, Li pudo reconocer al instante a la mujer, comentó que tienen los mismos labios como los dientes, por lo que la identificó y concretaron su encuentro en persona el 1 de enero.
“33 años de espera, innumerables noches de anhelo y, finalmente, un mapa dibujado a mano de la memoria, este es el momento de la liberación perfecta después de 13 días. Gracias a todos los que me han ayudado a reunirme con mi familia”, escribió Li previo a su encuentro en su perfil de Douyin.
Su primera reunión se convirtió en algo viral en todas las redes sociales, con diversos videos sobre ese primer encuentro. En las imágenes, se puede ver a Li caer de rodillas a los pies de su madre con su rostro en lágrimas, mientras que ella lo abraza y expresa las palabras “Finalmente encontré a mi bebé”.
Después, Li pasa a conocer al resto de su familia que acudió al primer encuentro, incluso a su hermano, a quien no conocía.
Todos agradecieron la colaboración de las autoridades por su participación y por reencontrarlos. Ahora, Li desea conocer todo sobre su familia y comenzará con visitar la tumba de su padre biológico quien ya falleció. Además, planean pasar juntos el Nuevo Año Lunar, una gran celebración en China que tiene lugar en febrero.
LA CRISIS DE SECUESTROS DE NIÑOS EN CHINA
Dentro de China, la sociedad valora mucho a las familias que cuentan con hijos, por lo que el tráfico de menores es un crimen que no ha terminado en el país. Además, a esto se unieron las medidas como el solo poder tener un hijo por pareja y a que se buscaran soluciones para evitar multas o castigos para quienes tenían más de uno.
De acuerdo con datos en el país, para 2015 eran secuestrados cerca de 20 mil niños al año en promedio. En el caso de las áreas rurales, tener un niño es significado de poder mantener el linaje familiar, por lo que existe una alta demanda en el tráfico de niños por los varones. Respecto a las mujeres, muchas veces terminan por ser dadas en adopción.
Gracias a que muchos de los niños secuestrados tienen leves recuerdos de sus familias originales, se han dado muchas historias de reencuentros en los últimos años. Junto al caso de Li Jingwei, en julio pasado se dio el de Guo Gangtang, quien logró reunirse con su hijo Guo Xinzhen, quien ahora tiene 26 años al ser secuestrado cuando apenas tenía dos años en 1997.
