Ángel es un migrante mexicano que mostró como cumplió el regresar al país para poder visitar a sus abuelos, pero cuando llegó a su casa, al hogar en donde el creció y vivió su infancia, se llevó una gran sorpresa.
Para muchos mexicanos la decisión de partir hacia los Estados Unidos no es nada sencilla al tener que abandonar a su familia. En el caso de Ángel significó separarse de sus abuelitos y dejarlos atrás.
Lamentablemente no pudo regresar a tiempo y, en su vuelta a México, encontró la casa en ruinas, sus abuelos ya habían fallecido.
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Por medio de su cuenta de TikTok (@angel_alcant), el migrante dio a conocer su historia. Él es originario de Tecalitlan, Jalisco, en donde vivió su infancia, pero pasó 26 años fuera al irse a vivir a los Estados Unidos y radicar en Temecula, California.
Ya con una familia formada, decidió regresar a Jalisco y visitar con sus hijos el lugar donde creció y estar junto a sus abuelos, a quienes nunca tuvo la oportunidad de llevar junto a él a los Estados Unidos.
Migrante mexicano y el regreso a la casa de su infancia
En un video publicado el 5 de febrero se puede ver como Ángel graba lo que parece una casa en ruinas o abandonada. Varios objetos se pueden ver destruidos u oxidados, mientras que el pasto y la hierba han crecido hasta superar la altura de las paredes o evitar que se vea el camino.
A su llegada comienza a gritar para que sus abuelos salgan a recibirlo, por lo que se le escucha decir “Amaita ya llegué. Papá Simón, ya llegué… Soy Ángel”.
“Después de 26 años pude regresar a México y visitar a mis abuelos. Les estuve llamando. Les grité por su nombre y no me contestaron. Creo que no están, llegué tarde”, escribió Ángel dentro de su video.
Lo que ocurrió es que sus abuelos tenían al menos dos años de haber fallecido y desde entonces la casa se mantuvo abandonada, nadie se encargó de ella y el paso del tiempo había hecho estragos en la estructura.
Ya en un segundo video se muestra un recorrido al interior de la casa, destacan detalles como que en el lavadero esté escrita la fecha 13-junio-1953, en la que se habría hecho la estructura.
Este espacio era conocido como “La Casa Grande”, una enorme propiedad con una gran variedad de cuartos y salas. Debido al paso de tiempo, todas las paredes se ven con daños, ya sea con agujeros, con la pintura totalmente corroída o incluso con el cemento de la pared caído y dejando al descubierto el material de soporte. Los techos también ya muestran daños graves al estar algunos tirados y otros con agujeros.
Se puede ver a toda una familia que recorre todos los espacios, incluido algunos jóvenes, que serían los hijos del usuario que compartió el video, a quienes les dice “acá es donde nos vamos a dormir”.
Por el tiempo también servicios como la luz o el agua no funcionan en el sitio, razón por la que posiblemente nadie quiso ingresar a la propiedad al ser abandonada.
El recuerdo de lo que alguna vez fue este hogar quedó impreso en una pintura titulada “La Casa Grande”, la cual fue realizada por una de las abuelitas de Ángel a quien nombraba como “nina Gaby” en el 2020.
Migrantes se identifican con el caso
El primer video donde relata su historia ya está cerca de alcanzar 20 millones de reproducciones, debido a la cantidad de migrantes mexicanos y de otros países que se sintieron identificados al tener que abandonar a sus familias y no poder estar con sus parientes en sus últimos días.
“Estaban dormidos, pero estoy seguro que si te escucharon y dieron su bendición”, señaló con sentimiento el usuario Balta. Mientras que la usuaria Mary añadió: “Una vez que nuestros viejos se van, la casa se cierra y no vuelve a ser la misma”.
“Creo que nunca había llorado tanto con un video, el norte y el sueño americano nos quitó todo”, describió el usuario Gus. “Ya no están hermano, solo queda honrarlos y te toca a ti hacer tu familia y ser como ellos fueron contigo, los volverás a ver”, escribió el usuario Alan.
Ángel compartió que, de alguna forma simbólica si pudo tener su reencuentro con sus abuelitos, esto al visitarlos en sus tumbas en el panteón. Aunque se entristece de lo ocurrido, al menos valora los recuerdos y el cuadro con la vista original de la casa en la que alguna vez vivió junto a su familia.