Elizabeth Zurcher-Wood, una mujer de 39 años originaria de Portland, Oregón, Estados Unidos, fue detenida bajo los cargos de abuso animal en su contra después de que llegara al veterinario con un gatito pintado de color rosa.
La situación fue dada a conocer por la Oregon Humane Society, una organización en apoyo al cuidado de los animales, después de presentar dos imágenes del gato de apenas unos cuantos meses.
Sobre lo ocurrido, la mujer habría teñido de color rosa intenso al gato y, cuando enfermó de diarrea, decidió limpiarlo con productos para el hogar como Windex, Spic and Span y alcohol isopropílico.
Al ver que el animal no respondía decidió llevarlo al Hospital Veterinario de Emergencias y Especialidades DoveLewis, en donde el gato todavía se encontraba mojado por la sustancia de limpieza, severamente hipotérmico e hipoglucémico, así como en estado de shock.
Los doctores explicaron que la temperatura del gato terminó por desplomarse a causa del alcohol isopropílico como por la contaminación de los químicos tóxicos.
A pesar de esto, los doctores lograron salvarle la vida al minino, por lo que en su último reporte detallaron que ya se encontraba mejorado y que, había sido trasladado a un hogar de cuidado después de recuperarlo.
¿Qué pasará con la mujer que estuvo cerca de envenenar al gato?
Aunque parezca más que extraño, en primera instancia los veterinarios decidieron regresar al gatito a su dueña, por lo que pudo llevárselo de regreso a casa.
El pasado jueves 21 de diciembre finalmente la policía intervino y acudió a un Motel en Portland en donde Elizabeth vive. Al arrestarla fue encontrada con el gatito rosa y con un chihuahua, ahora el gato parecía tener marcas de quemaduras, pero no parecía a mayores.
La mujer parecía no entender que los químicos que utilizó para intentar limpiar a su mascota en realidad eran tóxicos, sin embargo, se le acusó bajo el cargo de abuso animal en segundo grado.
Durante su primera audiencia el pasado viernes 22 de diciembre, el abogado de la mujer pidió desestimar el caso ante la escasez de defensores públicos y bajo el argumento de que no fue un delito contra una persona o con una víctima de por medio, además de dar a entender que el gato es una propiedad y no un ser vivo. El juez decidió no desestimar el caso, por lo que dio un plazo de seis semanas para una nueva audiencia.
Mientras el gatito ya se encuentra en plena recuperación, su dueña se mantendrá en la cárcel al ser acusada de violación de la libertad condicional al tener sobre una pena por el delito de prejuicio en primer grado e intento de agresión en segundo grado en agosto de 2021 cuando intentó secuestrar a un niño de seis años y amenazó a sus padres con un machete para lograrlo. Por este delito cumple una pena de tres años en libertad condicional.