En el año 2007, la plataforma de YouTube estaba dando sus primeros pasos, por lo que muchos videos comenzaron a volverse populares en muchas partes del mundo, la mayoría de ellos eran materiales extraídos de otras plataformas que la gente subía con un contexto diferente, lo que generaba un gran número de reproducciones.
Esto fue lo que pasó a la grabación titulada en México como ‘Obedece a la morsa’, que fue publicada por el usuario ObeyDaWairus, él editó estas imágenes con la intención de crear temor entre la audiencia, debido a la poca información, logró alcanzar esa meta. Incluso comenzaron a generarse varias teorías.
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Sin embargo, años después la verdad salió a la luz, y se demostró que no se trataba de una historia paranormal, sino de todo lo contrario, ya que ese video forma parte de un documental hecho con el objetivo de mostrar la vida de una mujer que atravesó momentos complicados, pero que al final se convirtió en un ícono del arte y la lucha social.
¿Quién era la mujer de ‘obedece a la morsa’?
Sandra Crisp era una mujer que nació en California, Estados Unidos, en el año 1960, sus padres se separaron cuando aún era una recién nacida, por lo que terminó en un orfanato. Desde pequeña la diagnosticaron con poliomielitis, una enfermedad que se desarrolla por un virus que puede transmitirse mediante el agua y alimentos contaminados.
También se contagia a través del contacto con una persona infectada. Este padecimiento se previene con una vacuna, sin embargo, no todos pudieron acceder a ella, tal es el caso de Sandra, quien sufrió una serie de complicaciones que terminaron por generarle parálisis, lo que provocó que perdiera la movilidad en distintas partes del cuerpo.
Aunque se trata con analgésicos, reposo en cama y respiradores portátiles, ella no pudo recibir una buena atención médica debido a las condiciones en las que creció, incluso, le colocaron una barra de acero en la espalda para mejorar su columna, aunque esto solo le hizo más daño, y sus extremidades perdieron su forma original y su crecimiento se detuvo.
Además, ella reveló que durante su infancia la violaron en repetidas ocasiones, esto complicó aún más su situación: “Fui abusada sexualmente en la mayoría de los orfanatos, (…) Para una persona físicamente discapacitada es devastador", explicó en una entrevista para el medio Vice.
En su adolescencia, se dedicó a la prostitución por dos años, en ese lapso la agredieron sexualmente otra vez, no obstante, en 1990 abandonó ese ambiente para convertirse en artista drag queen, de esta manera es que se hizo muy famosa en el ambiente queer de su país.
Basándose en su experiencia como una mujer transgénero, aprovechó su éxito para convertirse en activista de los derechos LGBTIQA+, ya que ella ayudó a muchos jóvenes de la comunidad que expulsaron de su hogar por tener una orientación o identidad de género diversa.
La verdadera historia detrás de ‘Obedece a la morsa’
Sandra adoptó un nuevo nombre, y en los escenarios ya la conocían como Goddess Bunny; en esa etapa la conoció el director Nick Bougas, quien quedó asombrado por su trabajo, así que tuvo la idea de hacer un documental de su gira, en el que también se expuso su vida diaria.
Él comentó que al conocerla desubicó que ella representaba “una verdadera fuerza de la naturaleza, (…) alguien que tenía una saga personal realmente fascinante... una que eclipsaba fácilmente los dramas de pantalla”. Ella aceptó y en el año 1994 salió a la luz.
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Con este proyecto, Bougas quiso mostrar el rostro creativo de Sandra, quien amaba bailar, actuar y cantar. Pero, en el 2007 alguien encontró este material y tomó varios fragmentos para crear un video bajo un contexto distorsionado, e intentó darle un vibra negativa, a este material lo nombró como ‘Obedece a la morsa’.
De esta manera fue como el documental se convirtió en una grabación inusual de la web, en la que el internauta mexicano le quitó el sonido original para añadirle el tema ‘La pequeña araña’ pero en reversa y al finalizar puso la imagen de una morsa.
En consecuencia, el material perdió su verdadero significado, que era revindicar a una mujer que logró hacerle frente a los problemas. Ella tenía la intención de incursionar en la política para ser la voz de las personas LGBTIQA+, pero no pudo continuar con ese plan porque en enero del 2021 murió. Pero su legado sigue vigente dentro de ese colectivo.