Instantes de miedo y terror fueron los que vivió una joven madre del estado de Florida, Estados Unidos, cuando unos policías que buscaban a un sospechoso de asesinato, llamaron a la puerta equivocada y apuntaron con una pistola a la mujer con su bebé.
Fue el pasado viernes cuando Kada Staples, de 22 años de edad, se encontraba durmiendo una siesta con su hijo de tres meses cuando los alguaciles llamaron a su puerta y le ordenaron que saliera, mientras los hombres apuntaban a la puerta con sus armas y cuando ella saludó, inmediatamente le ordenaron que saliera mientras le decían “Sabemos que está ahí”.
“Abrí y ellos empujaron la puerta y me empujaron a mí y a mi bebé fuera del camino. Nos apuntaron con una pistola, gritando “hay un arma a un pie de distancia de su cara”, narró Staples a la cadena de televisión WFLA8, mientras sostenía a su bebé en brazos; asimismo, agregó que los oficiales continuaban diciendo “Sabemos que Jamar esta ahí”, esto a pesar de que nadie con ese nombre vivía en aquel lugar.
“Corrieron en mi apartamento. Probablemente eran seis o siete de ellos con armas de fuego y tres o cuatro de entraron corriendo y están dando vueltas. Todavía me gritaron que estaba mintiendo”, comentó.
Al cabo de unos minutos, uno de los hombres que se encontraba en el pasillo cuestionó a los demás sobre el número de departamento y al darse cuenta de que era el número equivocado salieron corriendo y dijeron “Ese es el apartamento equivocado”, explicó la mujer.
La acción quedó grabada en una cámara de seguridad del domicilio, el cual ya circula en varios medios internacionales y en el que se muestra el momento exacto donde la mujer fue amenazada y obligada a salir.
De acuerdo al canal de noticias, el Grupo de Trabajo del Servicio del Alguacil de los Estados Unidos buscaba arrestar a Shamar Dequez Johnson de 22 años, de Bradenton, por un asesinato que había ocurrido en el mismo completo de apartamentos el 11 de septiembre de este 2021.
Sin embargo, la orden de arresto que tenían para Johnson solo incluía la dirección del complejo de apartamentos, mientras el número de apartamento mencionado en la orden no coincidía con el número del apartamento de Staples.
De esta manera es como la joven madre declaró que temía por su vida y al día siguiente le preguntó al Servicio del Alguacil si podían brindarle ayuda para la salud mental, pues dijo que los policías nunca se disculparon por sus acciones y su error, no obstante, su solicitud de atención fue rechazada.