Quizá hayas conocido a alguien que no gusta de celebrar su cumpleaños o quizá seas tú esa persona, y es que tanto a amigos como a familiares les cuesta comprender esto e insisten en festejar esa fecha que para algunos no tiene nada de especial.
De acuerdo con la psicóloga Lucia Montesi, esta determinación puede provenir de diversos factores y no tiene nada de malo, pues algunas tienen que ver con la personalidad, otras con antecedentes personales y algunas más con presiones sociales que se hayan vivido en el pasado.
La especialista señala que antes que nada se tiene que considerar que los cumpleaños deben ser vistos como un momento para la autorreflexión, mismos que traen consigo una serie de emociones, expectativas, reflexiones y decepciones.
Montesi señala que estas celebraciones implican un pase entre pasado, presente y futuro, por lo que pueden desencadenar una serie de emociones negativas que a su vez pueden provocar síntomas depresivos en caso de no estar del todo satisfecho con la vida.
Otras de las razones que ese momento te puede hacer reflexionar sobre las relaciones difíciles que hayas tenido en tu vida, además de que puedes sentir tristeza por la lejanía con determinadas personas en ese momento.
Algunos más que antes disfrutaban de esta celebración, ahora ya no lo hacen tanto y esto puede suceder debido a que atraviesan un momento difícil.
Uno de los factores más comunes es el miedo a envejecer, pues la sociedad moderna llega a exagerar la importancia de ser joven y bello, mismos que equiparan con la eficacia para definir el valor de una persona, este temor se incrementa cuando intervienen las expectativas sociales, pues muchas de las metas de vida se encuentran fijadas en torno a la edad.
Aunado a estos plazos sociales, también se suman las comparaciones con personas que, de acuerdo a tus expectativas, tienen la vida más resuelta que la propia, acciones que pueden generar dolor y hacer perder el panorama general.
También están quienes no gustan de ser el centro de atención, por lo que llegar a estas fechas representa un sufrimiento asegurado al tener la mirada de todos sobre ellos, generándoles incomodidad al recibir obsequios, mensajes o simplemente tener la atención de todos.
Así mismo los que padecen ansiedad social, verán las celebraciones como una actividad desgastante y complicada, pues al tener que compartir más allá de con sus amigos y seres queridos pueden caer en un sentimiento de incomodidad.
Finalmente, se encuentran aquellos que buscan no celebrar su cumpleaños a manera de protección contra las decepciones, pues temen a que quienes los rodean no puedan expresar el amor necesario que ellos esperaban, aunado a que quizá no todos sus seres queridos puedan estar a su lado.