Uno de los espacios más reconocidos que tiene la Ciudad de México, es el Castillo de Chapultepec, un recinto de gran trayectoria que actualmente es sede de uno de los museos más importantes del país y que se conoce como el Museo Nacional de Historia.
Este enorme palacio ha pasado por varias etapas, desde ser sede militar, lugar de descanso para los presidentes hasta su actual uso como punto turístico y de resguardo cultural. De igual forma, el museo que concentrara la historia nacional pasó por muchos destinos hasta encontrar el lugar que actualmente le da cabida.
¿CÓMO SE DIO EL NOMBRAMIENTO?
Ya con más de 100 años de historia, el Castillo de Chapultepec es oficialmente convertido en museo en febrero de 1939 por decreto del presidente Lázaro Cárdenas. Hasta ese periodo era residencia oficial presidencial, pero ahora sería la casa de la historia y arte del país.
Las labores de readaptación del lugar comenzaron, por lo que se modificaron sus habitaciones, se ampliaron espacios y se embellecieron algunas zonas. Estos trabajos requirieron de un gran esfuerzo hasta que el 27 de septiembre de 1944 abrió sus puertos de manera oficial, por lo que en este 2021 se cumplen 77 años de aquella fecha.
Previamente ya había tenido una inauguración simbólica, esto en 1940 antes de que terminará el periodo presidencial de Cárdenas y se diera paso al de Manuel Ávila Camacho. El recinto fue elegido debido a su declaración de patrimonio nacional y a que al presidente Cárdenas le parecía un lugar muy ostentoso y que debía ser mejor aprovechado por todos los mexicanos.
Respecto al tiempo de trabajo que llevó, este se debió a que cerca de 15 mil piezas se trasladaron a la sede. Las colecciones principales del antiguo Museo de Antropología, Historia y Etnografía ahora formaron parte del recinto de Chapultepec. Junto a esta, también se movieron las colecciones de los virreyes de la Nueva España, así como diversos objetos de Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide, Benito Juárez y el retrato escultórico de Miguel Hidalgo.
En aquellos momentos, el recinto en Chapultepec reunía cinco museos nacionales: Museo Nacional de Antropología, Museo Nacional de Historia, Museo Nacional de las Culturas, Museo Nacional de las Intervenciones y el Museo Nacional del Virreinato.
¿CÓMO FUE LA INAUGURACIÓN?
Recordando lo sucedido el 27 de septiembre de 1944, el presidente Manuel Ávila Camacho fue el encargado de darle apertura formal al museo. Como primer acto oficial, se condecoró la Bandera del Batallón Activo de San Blas para que fuera usada como emblema de la sede.
José de Jesús Núñez y Domínguez, primer director del recinto, junto a Jaime Torres Bodet, titular de la Secretaría de Educación, dieron los discursos finales para dar paso a la primera visita. Desde militares, niños y adultos asistieron a la inauguración luciendo la mayor parte de lo que se ve en la actualidad en sus plantas alta y baja.
LA IDEA DE MUSEO NACIONAL DE HISTORIA Y SUS DISTINTAS SEDES
Para México la idea de un Museo Nacional de Historia estuvo presente por varios años, pero tardó mucho en consolidarse. El primer intento llegó por medio de Guadalupe Victoria, primer presidente del país, quien ordenó su creación en 1825. Este serviría para proteger las antigüedades halladas en las islas de los sacrificios y otros elementos prehispánicos que existían.
Su historia sigue en diciembre de 1865 cuando el emperador Maximiliano de Habsburgo decreta la creación del Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia. Este tuvo como sede la antigua Casa de la Moneda, hoy conocido como el Museo Nacional de las Culturas. Su creación se dio más por el deseo de Maximiliano de coleccionar objetos históricos mexicanos.
Después de la salida de Maximiliano, el recinto recupera el nombre de Museo Nacional estando dividido en cuatro secciones: Historia Natural, Antigüedades, Historia y Arte. Su siguiente modificación llegó en 1910 cuando se decide separarlos en dos sus colecciones, en especial la de historia natural.
Entonces se dio apertura al Museo de Historia Natural, el cual tenía su sede en la calle de Chopo. Con la llegada de la instalación en Chapultepec es como se vuelve a optar por una sola sede, aunque otros museos han ido recuperando piezas que ahí se encontraban originalmente.
LAS ETAPAS QUE HA VIVIDO EL CASTILLO DE CHAPULTEPEC
El recinto ubicado en llamado “Cerro del Chapulín” ha pasado por grandes transformaciones, comenzando con que es uno de los edificios de mayor valor histórico al comenzar su construcción en 1785. Durante el gobierno del virrey Bernardo de Gálvez en ese año se decide dar paso al palacio, estando a cargo de los ingenieros Francisco Bambitelli y después Manuel Agustín Mascaró.
Por increíble que parezca, la corona de España no se interesó en la obra y detuvo los trabajo. En 1806 fue el Ayuntamiento de la Ciudad de México quien lo adquirió. Aunque era originalmente un Palacio, sus obras no fueron terminadas como se esperaba y, en una visita, Alexander von Humboldt al admirarlo señaló que se trataba de un Castillo, mote que terminó por quedarse.
Su siguiente etapa se da en 1833 con la sede del Colegio Militar y en 1841 comenzaron las obras de reconstrucción. Como distintivo se creó el “Caballero Alto” en la parte más alta del cerro, zona que fue ocupada como residencia del Poder Ejecutivo y posteriormente eliminada.
Con la llegada de Maximiliano de Habsburgo y Carlota el Castillo fue acondicionado por el mexicano Ramón Rodríguez Arangoity. Ellos eligieron vivir en la planta baja, como la tradición pautaba vivían en recamaras separadas al considerarse la unión solo para la procreación.
Antes de que se diera paso al Museo, en 1878 el Castillo de Chapultepec se designó como el primer Observatorio Astronómico Nacional. Esto solo duró cinco años al llegar Porfirio Díaz a residir a la casa. Lo volvió un sitio moderno y lleno de espectaculares zonas con esculturas, un jardín botánico e, incluso, siendo la primera sala de cine al realizarse la primera exhibición en 1896.