Quizá has observado que tu mascota se lame sus patitas, sin embargo, si esto comienza a suceder con frecuencia hasta el punto de impedirle realizara acciones cotidianas como dormir o comer puede ser una señal de alerta sobre un malestar.
Aunque existen varias causas tanto relacionadas con algunas dolencias, así como externas por ser victimas de picadoras de pulgas y garrapatas, también se le asocia a la ansiedad desde ocasionada por separación hasta los trastornos obsesivo-compulsivos, incluso es comparable a acciones de los humanos como cuando se muerden las uñas.
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¿Por qué mi perro lame sus patas?
De acuerdo con el medico veterinario, Mike Paul, esta acción puede ser un aviso de tu mascota hacia ti para informar que ha localizado algo o que hay una situación que lo está molestando, por lo que hay que estar pendiente de su comportamiento. Él mismo refiere algunas de las posibles causas.
Dolor en la zona: Un lamido excesivo puede ser señal de inflación o infección en la piel, también llega a ser causado por dolor de artritis en una articulación o por sensación de hormigueo derivada por un problema nervioso.
Nauseas: De igual manera como sucede con los humanos, cuando se tiene esa sensación de estómago revuelto se tiende a tener mal sabor de boca y producir saliva en exceso, por lo que las náuseas puede ser el causante de esta manía.
Problemas neurológicos: Existen algunas enfermedades como el moquillo canino que pueden desencadenar estos síntomas; de igual manera, pueden presentarse derivados de la demencia senil.
Trastorno obsesivo-compulsivo: Cada vez es más común que los perros desarrollen este tipo de conductas ya sea por estrés, ansiedad por separación u otros problemas psicológicos y de comportamiento.
¿Qué hacer si tu perro se lame las patas?
Cual sea el caso siempre la mejor solución será llevarlo a consulta veterinaria para descartar que se trate de algo que ponga en riesgo su salud y demás, una vez diagnosticado se le pueda derivar al especialista que requería y de ser necesario recetar un tratamiento.
En algunos casos la solución es tan sencilla como solo el tener que desparasitarlo para acabar con la manía de lamer sus patitas, aun así, nada sustituirá un diagnóstico y tratamiento de un especialista en el área.