Las llantas son las encargadas de sostener a los vehículos, por lo que de forma constante tienen que revisarse para evitar inconvenientes que puedan poner en riesgo la vida del conductor. Además, los especialistas en mecánica sostienen que deben cambiarse cada cierto tiempo, sin embargo, igual es importante evitar las prácticas disminuyan su tiempo de vida.
De esta manera es como las revisiones tienen que llevarse a cabo por lo menos cada dos semanas, lo que quiere decir que una vez al mes es importante que un experto cheque los neumáticos, aunque hay quien señala que podría resultar excesivo, pero se recomienda hacerlo de esta manera para impedir sorpresas negativas.
En este sentido, ocupar las llantas en un mal estado además de poner en peligro al chofer y a sus pasajeros, también puede dañar otras partes de la unidad, como el volante. Asimismo, no todos los inconvenientes están relacionados con problemas del automóvil, sino que igual se puede ser por una conducción poco adecuada.
Evita estas malas prácticas
Conducción agresiva: Uno de los principales problemas que puede acortar el tiempo de vida de las llantas es la conducción agresiva, es decir, cuando se maneja a velocidades altas por caminos poco estables llenos de baches o grietas. Igual ocurre cuando se pasan los topes a una gran velocidad.
Descuido de las presiones: Otro factor que genera problemas es no revisar las presiones, así como no darle el mantenimiento que necesitan. Esta variable debe estar en el punto adecuado, pues podría hacerle falta más presión o tener exceso de la misma.
No rotar los neumáticos: Las llantas se gastan al seguir un patrón que puede surgir de diferentes factores, como la presión o los amortiguadores, por eso se deben rotar, lo que quiere decir modificar la posición de las ruedas.
Se recomienda hacerlo cada 10 o 15.000 km, sin embargo, dependerá del uso que le dan automóvil.
Descuidar la alineación: Los obstáculos y demás elementos que se pueda encontrar un vehículo podría ocasionar una desalineación, en consecuencia, el peso de la unidad solo podrá irse para un costado, por lo que ahí se desgastará más. Para ello se deben evitar los golpes bruscos.
Subir el coche a la banqueta: Aunque podría parecer obvio no hacerlo, hay mucha gente que al estacionarse se sube a la banqueta o al bordillo, que es un espacio de concreto que separa a la calle del lugar por el que caminan los peatones. Si se realiza esto se puede dañar el flanco, que es la parte de la llanta que se encarga de proteger la cáscara.