Psicópata y sociópata, ¿cuáles son sus diferencias y por qué suelen ser confundidos?

Es común escuchar este término en series policiacas e incluso al escuchar noticias sobre esta misma temática

Guillermo Pichardo | El Sol de Puebla

  · sábado 9 de septiembre de 2023

Es común que al mirar series policiacas o leer la nota roja se hable de personas psicópatas o sociópatas. Foto: EFE

Es común que al mirar series policiacas o leer la nota roja se hable de personas psicópatas o sociópatas que cometieron algún crimen, por lo que estos términos suelen ser tomados como sinónimos, sin embargo, los dos hacen referencia a significados que si bien están relacionados en el ámbito que se utilizan tienen una explicación completamente distinta, además de que uno es más peligroso que otro.

Y ha sido la comunidad científica la que en los últimos años ha buscado impulsar la diferencia que existe entre ambos, pues si bien comparten rasgos en común, las diferencias que existen entre ambos son críticas, por lo que para identificar a quienes pueden presentar estas situaciones y que por consiguiente pueden representar un riesgo para otros miembros de la sociedad.

¿Cuáles son las diferencias entre los psicópatas y los sociópatas?

Si bien la sociopatía es uno de los trastornos menos comprendidos, esta puede tener un origen congénito o adquirido, mientras que la psicopatía suele tener su origen en la combinación de una serie de desbalances genéticos y químicos; mientras los segundos carecen de estructuras neurológicas para desarrollar un sentido de la moralidad y la ética, los primeros interactúan con sus mundos sociales de una manera significativa y sus brújulas morales están algo desajustadas.

Partiendo de este entendido se puede decir que los sociópatas pueden ser rehabilitados mientras que los psicópatas no cuentan con esta posibilidad; por otra parte, mientras los psicópatas cruzan la línea, pudiendo mantenerse ocupados en su sótano atornillando grilletes a sus tuberías, mientras que los sociópatas se pueden refugiar en sus casas y aislarse de la sociedad.

Es por ello que los psicópatas son considerados como peligrosos, pues muestran tendencia a la violencia y la crueldad debido a que no muestran remordimiento por sus actos, lo cual es resultado generalmente de una lesión en la amígdala, que es la parte del cerebro responsable de que tengamos miedo y juicio, por lo que son capaces de cometer crímenes a sangre fría.

Su personalidad destaca por que anhelan el control y la impulsividad, además de que poseen un instinto depredador, por lo que suelen atacar proactivamente y no como una reacción a la confrontación; por el contrario, si bien los sociópatas también pueden padecer su trastorno debido a una lesión en ciertas regiones cerebrales, la educación suele jugar un papel importante.

Comúnmente la depresión suele asociarse con episodios de llanto y tristeza. Foto: Pixabay

El comportamiento asocial de los sociópatas se manifiesta como intrigante y engañoso, aunque muestran un rostro de honradez o sinceridad, por lo que a menudo son mentirosos patológicos, también son manipuladores y carecen de la capacidad para juzgar la moralidad de una situación, pero no por falta de una brújula moral, pues la suya se encuentra sesgada por un componente tanto social como neurológico.

¿Qué rasgos comparten los psicópatas y los sociópatas?

Por su parte los psicólogos hacen una definición de ambos grupos a partir de determinados factores, pues son más los puntos en común que las disparidades, un ejemplo de ello es que ambos tienden a ser encantadores, pero incapaces de empatizar con los otros e incluso son capaces de ofrecer sistemas convincentes de miedo y asco pese a que carecen de ambos.

En resumen, aunque tanto la psicopatía y la sociopatía pueden implicar el daño de la función cognitiva, los dos difieren en los circuitos que se ven afectados y mientras los psicópatas son audaces, los sociópatas carecen de esta capacidad y mientras los psicópatas no tienen un sentido del bien y el mal, los sociópatas sí, aunque ambos tienen la capacidad de arruinar vidas.