Una sustancia que puede resultar poco conocida, pero que es de uso común es el hipoclorito de sodio, una que se encuentra presente en agentes blanqueadores o en productos desinfectantes.
Se trata de un químico tóxico al ser uno cáustico que puede causar diversas lesiones o resultar de gran peligro para la salud si se combina con algunas sustancias.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), señala que la ingestión y/o la inhalación de los vapores del hipoclorito de sodio pueden causar una intoxicación, en especial si se mezcla con amoniaco.
La sustancia es también conocida como clorato de sodio o sal de sodio, uno que se obtiene al saturar el cloro con una solución acuosa de hidróxido de sodio.
Dentro de las características y aplicaciones que tiene en la vida diaria, es un producto con propiedades bactericidas, antisépticas, oxidantes y corrosivas.
Por ello, se utiliza para la elaboración de productos químicos domésticos, como agente blanqueador en las industrias textil y de pulpa de papel, para la desinfección de sistemas, tuberías y tanques en diversas industrias, hasta como para la eliminación de contaminantes orgánicos e inorgánicos.
También, junto al hipoclorito de calcio, son utilizados para limpiar y desinfectar el agua potable, como parte de los sistemas de purificación de aguas residuales y piscinas.
Usualmente este químico no es utilizado comercialmente en su forma sólida, aunque se puede encontrar de esta forma. Dentro de sus características suele ser transparente, así como de un color amarillo-verdoso y despide un olor similar al del cloro.
Es considerado uno de los productos químicos de mayor uso dentro de diversos procesos al también utilizarse en la odontología para combatir ciertas infecciones bacterianas, esporas, hongos y la prolongación de virus.
Este compuesto químico, al ser inestable y un oxidante potente, no debe de combinarse con otros productos como el amoniaco, con metales oxidables, entre otros.
Riesgos o daños por el contacto prolongado al hipoclorito de sodio
Al ser su versión más común y comercial la líquida, el hipoclorito de sodio es una sustancia que no se debe consumir, ya que el ingerirla puede causar problemas como irritación gastrointestinal, lesiones corrosivas graves en la boca, la garganta, el esófago y el estómago.
En casos más graves puede provocar hemorragias, perforación del estómago e incluso la muerte. Si se sobrevive a una intoxicación severa puede dejar consecuencias con cicatrices y estrechamiento permanente del esófago.
Respecto al contacto con la piel puede llegar a causar desde quemaduras dolorosas, inflamación y ampollas. Mientras que, si el contacto es en los ojos puede causar irritación leves y pasajeras, aunque si se trata de soluciones más concentradas puede causar lesiones graves.
Si se trata de su versión gaseosa, la inhalación constante del hipoclorito de sodio puede causar irritación nasas, dolor garganta y tos. En cuando a exposición prolongada a bajos niveles puede causar irritación en la piel.