Ruthie Thompson, leyenda de la animación y de Disney Studios, falleció a los 111 años el pasado 11 de octubre en California, Estados Unidos. Recordada por su trabajo en la llamada compañía del ratón, era de las pocas personas con vida que habían visto la evolución del cine animado.
Desde su primer trabajo como parte del equipo de la cinta Blancanieves y los siete enanos hasta su retiro tras hacer Bernardo y Bianca, Ruth tuvo paso por cada uno de los puestos de importancia dentro del estudio animado. Además, era la última persona viva que podía presumir de haber visto a Walt Disney desde los comienzos de su carrera.
¿CÓMO FUE SU VIDA?
Thompson nació en Portland, Maine el 22 de julio de 1910, viviendo un gran cambio en su vida cuando su familia se mudó a California en 1918. Esto le permitió crecer cerca de Hollywood y de una industria del cine que comenzaba a dar sus primeros grandes pasos como era de la animación.
Precisamente, en 1920 se dio su primer acercamiento al vivir a unos metros del Disney Bros. Cartoon Studio ubicado en Kingswell Avenue. Ahí, un joven Walt Disney dirigía a los primeros animadores y animadoras en busca de divertir al público por medio de las caricaturas y este nuevo estilo animado.
Al ser una niña, Ruthie pasaba el tiempo observando a la gente trabajar desde el aparador, por lo que, al poco tiempo, fue invitada a pasar. Sus días transcurrían ahí viendo como la magia de los dibujos cobraban vida.
“Nunca vi algo como eso, así que me detuve a observar. Y todos los días, tenía que detenerme para ver que hacían. La curiosidad casi mata a este gato. Lo hice tan seguido que alguien salió y me dijo ‘¿Por qué no entras y los observas?’”, señaló Ruthie en una entrevista en 2010. “Miraba como volteaban los dibujos. Les Clark y Ub Iwerks estaban ahí, y Roy (O. Disney) estaba en el fondo grabando lo que las chicas estaban pintando sobre los fondos”.
Disfrutaba estar tanto en el estudio que en ocasiones los animadores se preocupaban por ella y la mandaban a casa antes de que fuera muy tarde y recibiera un regaño. Con el paso de los años, Thompson estudio en la secundaria de Hollywood y para los 18 años obtuvo un trabajo en una academia de caballos la Dubrock’s Riding Academy.
Walt Disney frecuentaba el lugar y al encontrarla de nuevo, decidió ofrecerle un trabajo como pintora en el departamento de Tinta y Pintura del estudio.
THOMPSON Y SU TRABAJO DENTRO DE DISNEY
Una vez en la empresa, su primer trabajo fue colaborando en la cinta Blanca Nieves y los Siete Enanos de 1937. Aunque no aparece en los créditos de la cinta, marcó el inicio de su gran carrera en la compañía. Por ello, esta se convirtió en su cinta favorita.
Debido a su conocimiento y agilidad en el trabajo, fue promovida a supervisora final de las celdas de animación antes de ser fotografiadas para las películas. Su nuevo ascenso se dio en 1948 como supervisora de animación y de escenas. En el puesto, los animadores la vieron como una persona sin igual capaz de detectar y resolver un error con precisión.
“Después de que llegué a planificación de escena, esa fue la parte en la que sentí que era parte de una institución, porque estaba ayudando a los animadores y estaba ayudando a los pintores de escenarios”, reflexionó Ruthie sobre su legado en la empresa.
Su calidad en el trabajo también le mereció ser invitada a ser parte de la Unión Internacional de Fotógrafos en 1952. Tras pasar un total de 40 años en la empresa, decidió retirarse de The Walt Disney Company en 1975, siendo su último trabajo Bernardo y Bianca. Todavía pasó 10 años más trabajando en otros estudios animación.
LAS PELÍCULAS DONDE PARTICIPÓ Y SUS RECONOCIMIENTOS
Junto a Blanca Nieves y los Siete Enanos (1937) y Bernardo y Bianca (1977), Ruthie trabajó en las cintas Pinocho (1940), Fantasia (1940) y Dumbo (1941). Aunque participó, su nombre no apareció en los créditos en las producciones: Donald y la Tierra de las matemáticas (1959), la Bella Durmiente (1959), Mary Poppins (1964), Los Aristogatos (1970) y Robin Hood (1973).
Junto a esto, trabajó en series animadas como la de Popeye el Marino de 1960 a 1962 y en el corto de Winnie the Pooh y Tigger también (1974). Fuera de Disney, formó parte de las películas El Señor de los Anillos de 1978 y Metamorphoses (1978) que buscó ser una versión rock y contemporánea de Fantasia sin tanto éxito.
Dentro de sus logros, en el año 2000 recibió el nombramiento de Leyenda de Disney, otorgado a las personas que realizaron contribuciones extraordinarias a la empresa. Además, formó parte de las mujeres que fueron reconocidas por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas por su gran contribución en los primeros años de la animación en 2017.
“Ruthie fue una leyenda entre los animadores, y sus contribuciones creativas para Disney -desde Blanca Nieves y los siete enanos a Bernardo y Bianca- se mantienen como amados clásicos hasta estos días. Extrañaremos su risa y su extraordinario sentido del humor, su excepcional trabajo y el espíritu pionero que siempre será una inspiración para todos”, comentó Bob Iger, productor ejecutivo y jefe ejecutivo de The Walt Disney Company.