Existe una tendencia llamada ‘Quiet Ambition’, que en los últimos años ha cobrado una gran popularidad entre los empleados, principalmente en los que pertenecen a las nuevas generaciones, quienes han demostrado que sus intereses no se encuentran en el desarrollo profesional, sino que tienen otras prioridades.
Este término primero se mencionó en un artículo de Fortune. Más tarde, la consultora Visier realizó un estudió en el que le preguntó a distintos trabajadores cuáles eran sus aspiraciones dentro de su empresa; fue así como se encontró que menos del 10 por ciento desea ser un ejecutivo de alto nivel.
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¿Qué es ‘Quiet Ambition’?
La generación Z, aquellos nacidos aproximadamente entre 1998 y 2012, está marcando una tendencia en el ámbito laboral conocida como 'Quiet Ambition' que se puede traducir como 'Ambición Silenciosa'.
A diferencia de generaciones anteriores que se enfocaban en escalar rápidamente en sus carreras y destacar visiblemente en ese entorno, los jóvenes prefieren un enfoque más discreto con el objetivo de conseguir un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así fue como se explicó en un artículo de LinkedIn.
En este caso ellos optan por laborar en un ambiente que les permita alcanzar esa meta, en lugar de sacrificar su bienestar personal por el progreso profesional rápido, pues también habrá una reducción en sus niveles de estrés e incluso podrán enfocarse en entregar mejores resultados en su misma área.
Existen otros factores que han alimentado esta práctica, como el cambio en las necesidades, ya que esas generaciones valoran más su tiempo personal y las experiencias que puedan obtener fuera del trabajo.
También, los especialistas consideran que algunos de estos empleados han sido víctimas o testigos de lo que puede traer el agotamiento laboral, por lo que quieren evitarlo. Otra razón es la pandemia por Covid-19; la que hizo que se le diera mayor importancia a la salud mental y el bienestar.
¿Por qué ocurre este fenómeno?
En la investigación de Visier se descubrió que el ‘Quiet Ambition’ se produce porque el 90 por ciento de los colaboradores encuestados señalaron que no quieren ser gerentes porque prefieren evitar mayores niveles de estrés o de presión; al igual que porque están satisfechos con su puesto. Estas son otras razones
- La perspectiva de trabajar más horas
- Están felices con su puesto actual y no querer que cambie
- Falta de interés en responsabilidades de liderazgo
- Compromisos personales o intereses fuera del trabajo que quieren priorizar
- Falta de confianza en mi capacidad para liderar y gestionar un equipo de forma eficaz
- Experiencias personales pasadas con mala gestión
- Expectativas bajas o nulas de que la empresa me ascienda a un puesto directivo
Por otro lado, en ese mismo estudio fueron interrogados los trabajadores acerca de sus ambiciones. Fue así como se descubrió sus intereses no se relacionan con aspectos laborales. Esto es lo que más llama su atención y el porcentaje de personas que estuvo de acuerdo:
- Pasar tiempo con la familia y amigos: 67%
- Estar física y mentalmente sano: 64%
- Viajar: 58%
- Obtención de un aumento: 54%
- Me va bien en mis aficiones: 29%
- Trabajar en una empresa que ofrece flexibilidad: 29%
- Obtener un ascenso en el trabajo: 23%
- Construir una familia: 22%
- Voluntariado por una buena causa: 20%
- Iniciar mi propio negocio: 15%
- Convertirse en gestor de personas: 9%
- Convertirse en un ejecutivo de alto nivel: 4%
Aunque pueda ser un reto para las empresas, se comentó que lo mejor en estos casos es conocer cuáles son los incetivos y cualidades que buscan los jóvenes. En ese análisis la mayoría dijo que podría aceptar un nuevo puesto si tiene una mejor compensación y más beneficios.
En este sentido, se resaltó que igual quieren trabajos flexibles y relajados; con los que sea posible acceder al objetivo principal de esta tendencia, que es tener una relación positiva entre las actividades sociales y las profesionales.