El lenguaje es uno de los aspectos fundamentales en el desarrollo del niño, sin embargo, cuando muchos de ellos comienzan a hablar, algunos suelen presentar dificultades para hacerlo y una de las más frecuentas es el rotacismo, el cual les impide la pronunciación de la letra R, un problema que se puede corregir con algunos ejercicios.
Y es que, cuando los menores llegan a cumplir entre cinco o seis años, algunos siguen sin pronunciar bien algunos fonemas (letras), una situación que no debe de asustar a los padres, ya que, en general, es una dificultad que se resuelve de manera muy simple; no obstante, nunca está de más estimularlos para que tengan mayor movilidad en la lengua y puedan pronunciar mejor y aquí te decimos cómo.
¿Qué es el rotacismo y por qué surge?
De entrada, es importante conocer los conceptos pertenecientes a los trastornos del lenguaje, como la dislalia, que es la dificultad para pronunciar ciertas letras o grupos de letras, debido a un mal uso de los órganos que participan en la articulación, tales como la lengua, los labios y la mandíbula, entre otros.
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Por su parte, el rotacismo es catalogado como una dislalia selectiva del fonema R simple (oro, cara) o R múltiple (carro, ratón) y puede producirse debido a una mala colocación de la lengua y el aire, a una hendidura en el paladar o a la presencia de frenillo sublingual, entre muchos otros motivos.
A pesar de que muchos piensan que el no saber pronunciar la R es un problema psicológico o de retaso, lo cierto es que no hay motivos para alarmarse, ya que hay que tomar en cuenta que el fonema R es de los más difíciles de adquirir y por lo mismo, es una de las últimas letras en aprender a pronunciar.
En este sentido, el no poder decir la letra R de manera correcta, no se considera algo preocupante hasta que el niño no tiene cinco o seis años, de lo contrario, se debe corregir lo antes posible, ya que cuanto más tarde se empiece la rehabilitación, más tiempo se necesitará para la misma.
Aplica estos ejercicios para pronunciar correctamente la "r"
Antes de darte a conocer los ejercicios, es importante que sepas que, para la pronunciación correcta de la R, la posición de la lengua es esencial, la cual debe ubicarse en la parte delantera del paladar, sin taparlo del todo. En el fonema suave, esto se hace una vez, mientras que, en el fuerte, debe rebotar dos o más veces.
Ahora sí, olvídate del “no puedo pronunciar la R”, ya que, a continuación, te presentamos algunos ejercicios que se pueden hacer en casa y con los que puedes acompañar a tu hijo en el camino hacia el dominio de la pronunciación correcta de la R. Eso sí, es importante que tomes en cuenta que es algo que tienes que hacer con mucha paciencia y constancia, ya que el problema no va a desaparecer de un día para otro.
Ejercicios de respiración
De entrada, lo primordial es hacer que tu pequeño relaje su cuerpo y su lengua, para esto necesitarás la ayuda de algunos ejercicios de respiración profunda, ya que esto ayudará a lograr una buena pronunciación, pues si se encuentra ansioso, estresado o frustrado, es poco probable que pueda dar su mejor esfuerzo. Ayúdalo con respiraciones profundas y prolongadas, es decir que inhale, sostenga unos segundos el aire y después exhale lentamente. Te sugerimos que, al hacer ejercicios respiratorios siempre mantenga una postura recta.
Ejercicios de soplo
Soplar ayuda mucho a controlar el aire que sale de los pulmones y a fortalecer el paladar blando. Lo primero que te recomendamos es que tu pequeño tome aire por la nariz e intente estar en control del aire que sale de los pulmones. Luego, tendrá que inflar las mejillas emitiendo un soplido fuerte. Entre los ejercicios que se pueden hacer esta el: soplar por medio de un popote, inflar un globo, hacer burbujas y soplar velas o un instrumento musical como la armónica, la flauta o un silbato.
Practicar el sonido "r"
Esta práctica puede ser divertida par los niños y se puede hacer de diferentes formas como, imitando el sonido de una moto; decir trabalenguas, palabras o frases que contengan la letra R, en repetidas ocasiones y exagerar las erres. Es importante que el niño nos mire cómo se hace para que pueda imitar el movimiento de la boca.
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Movimientos bucofaciales
Finalmente, los movimientos bucofaciales serán de gran ayuda para ejercitar y trabajar todas las partes que intervienen en la articulación de los fonemas, entre ellas: boca, labios, lengua, etc. El objetivo de esto será desarrollar la motricidad fina que afecta a los órganos de la articulación, de forma que el menor pueda adquirir la agilidad y coordinación necesarias para pronunciar correctamente. Para esto, te puedes ayudar de videos en YouTube o en diferentes plataformas como el que te presentamos a continuación.