Con el regreso de los trabajos de manera presencial diversos fenómenos se han hecho presentes dentro de los empleados, uno de ellos y que cada vez afecta a una mayor cantidad es el agotamiento laboral.
Este término no es algo nuevo debido a que en el 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyó en la 11ª Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades como un fenómeno ocupacional.
Su estudio ha retomado valor debido a la aparición de otros fenómenos como la “renuncia silenciosa” y la cantidad de personas que han renunciado a su trabajo en varios países en el mundo.
¿Qué es el agotamiento laboral?
De acuerdo a organismos como la Clínica Mayo de Salud explica que el agotamiento laboral es un estado de agotamiento físico o emocional y un tipo de estrés que se encuentra relacionado al trabajo.
También puede presentarse por la ausencia de la sensación de un logro y por la pérdida de la identidad personal. Por ello, puede afectar a la salud física y mental, aunque, al no ser el agotamiento un diagnostico médico, los expertos señalan que puede relacionarse a otros factores como la depresión.
El agotamiento laboral puede comenzar a desarrollarse cuando la persona siente que no tiene control sobre su vida cotidiana y comienza a atascarse en sus tareas laborales.
Esto afecta su desempeño en el trabajo a causa de que pueden sentirse agotado y cínico al realizar sus actividades y resistirse a otros procesos como la las reuniones de trabajo, asignaciones especiales o a convivir con sus compañeros.
Aquellos que su trabajo involucra servicio al cliente o relación con otras personas pueden llegar a demostrar poca empatía o dejar de visualizar a los otros como personas y más como un número dentro de las cosas con las que deben cumplir.
Debido a que puede relacionarse con la depresión puede llevar a síntomas similares como el dormir mucho o muy poco, problemas de concentración, aislamiento de los demás, sensación abrumadora de tristeza, sentimiento de que no vale nada de lo que hace en su trabajo o su propia vida y que actividades como comer o bañarse son agotadoras.
La aparición del agotamiento laboral puede darse a causa de diversos factores entre los que se encuentran:
Una falta de control en las decisiones que afectan el trabajo de la persona, como el no poder elegir su horario, el nivel de carga laboral o la falta de recursos que le impiden desarrollarse como quisiera.
Que las expectativas laborales sean poco claras al no saber las expectativas o lo que los supervisores u otras personas a cargo del trabajador esperan de él.
La presencia de una dinámica disfuncional en el trabajo como el que la persona sufra acoso de alguno de sus compañeros o que alguno de ellos influya en su trabajo de manera innecesaria.
Sentir que se está en un trabajo monótono o caótico que necesita de una alta energía para la concentración. Además de la falta de apoyo social al sentirse aislado en el trabajo y en la vida personal.
Esto es uno de los factores más importantes al existir un desequilibrio entre el trabajo y la vida privada al requerir tanto tiempo como esfuerzo al nivel que no restan energías para las actividades personales o para mejorar las relaciones con la familia y amigos.
¿Cómo manejar el agotamiento laboral?
Si la persona siente que el agotamiento laboral comienza a afectar su vida, uno de los primeros caminos que se puede tomar es el contar con un día fuera del trabajo y donde la persona se concentre en su salud mental, que podría reflejarse en aprovechar de manera correcta los descansos para regenerar las energías rumbo a la semana.
En caso de ser constante el estrés y las presiones, una buena recomendación es evaluar si se está en el trabajo correcto, cambiar de carrera o reconocer que las habilidades que se tienen no son las adecuadas para el entorno laboral.
Cuando la carga laboral es lo que afecta de mayor forma a la persona se deben establecer límites y esto se puede lograr con acciones como reservar un tiempo al día para realizar una actividad relajante, desactivar todas las notificaciones o quedarse solo con las esenciales como no llevar las discusiones en el trabajo y convertirlos en problemas en casa.
Mejorar los ciclos de sueño, procurar dormir las horas correctas debido a que el sueño restaura el bienestar y protege la salud. En esos momentos de descanso o previos al trabajo realizar actividad física de manera regular, ya que ayuda al manejo del estrés y a que la mente se concentre en otras cosas.
Por la relación del agotamiento laboral con la depresión, se debe buscar apoyo, ya sea comenzar a hablarlo con los compañeros de trabajo y amigos, o de ser necesario consultar a un especialista.
