El consumo de dos litros de agua al día es recomendable para el correcto funcionamiento del organismo, pero también se habla de que su ingesta en exceso puede desencadenar determinados problemas debido a que el organismo no tiene la capacidad de procesar esa cantidad de líquido, por lo que han surgido dudas respecto al papel del puede jugar en el proceso de digestión.
Y es que si bien muchas personas suelen consumir refresco, vino u otras bebidas al momento de, otros más lo hacen con agua simple, de aquí que surja la duda de cómo este líquido puede afectar el proceso posterior a la comida, tanto por el hecho de su procesamiento, como por el de los nutrientes que contiene, por lo que aquí te compartimos lo que dicen los expertos.
¿Cómo interviene el agua en la digestión?
De acuerdo con médicos de la Mayo Clinic, no existen motivos que contribuyan a la idea de que el agua disminuya o rebaje los jugos digestivos y por consiguiente genere una interferencia en la digestión, sino que por el contrario incluso el consumir agua durante o después de la comida contribuye a que el cuerpo descomponga y procese los alimentos.
Incluso reafirmaron que la ingesta de este líquido es vital para que se tenga una buena salud, pues tanto el agua como otras bebidas son benéficas para este proceso, pues su principal función es que el cuerpo absorba los nutrientes, además de que contribuye en ablandar las heces, previniendo el estreñimiento, por lo que incluso se deben dejar de lado las bebidas con exceso de azúcar.
Incluso recomiendan que con la finalidad de mejorar la digestión se debe mantener una vida sana, consumir frecuentemente frutas, verduras y granos integrales, así como productos lácteos bajos en grasa como la leche y el yogurt, así como carnes magras, además de mantener un peso saludable y la realización de actividad física durante la mayoría de la semana.
¿Incrementa la necesidad de hidratación con la edad?
Sobre el incremento en el consumo de agua conforme aumente la edad, esto se debe a que el sistema digestivo comienza a absorber una mayor cantidad de líquidos para realizar sus funciones, por lo que un suministro inadecuado de agua a las células y tejidos, altera de manera drástica la manera en la que los nutrientes de los alimentos son aprovechados por los organismos.
Esto se debe a que conforme aumentan los años la habilidad del intestino para movilizar los alimentos se reduce por lo que es necesario un aporte extra de líquido, por lo que cada persona debe tener claro que la cantidad necesaria de agua varía entre todas las personas, pues a mayor edad el sistema que regula la sed no es tan eficaz por lo que se debe estar pendientes.
En resumen, de acuerdo con los especialistas el consumo de agua juega un papel fundamental para el correcto funcionamiento del organismo, no sólo del proceso de digestión, sino para todo el cuerpo en general, pudiendo prevenir enfermedades que son originadas por la deshidratación y aunque la recomendación es que se consuman dos litros la cantidad puede variar para cada persona.