¿Sabías que el uso excesivo de antibióticos ha aumentado la cantidad de microbios resistentes a los medicamentos? Si eres de las personas que suele automedicarse o que constantemente consume este tipo fármacos, es importante que sepas de qué manera puede afectar a tu organismo esta práctica.
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¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos son medicamentos que eliminan las bacterias, mismas que pueden causar infecciones como faringitis estreptocócica, infecciones del oído, infecciones urinarias e infecciones de los senos paranasales (sinusitis), por mencionar algunos ejemplos.
El primer antibiótico fue la penicilina, por lo que existen algunos a base de ella, tales como la penicilina, como la ampicilina, amoxicilina y la penicilina G, que se usan para tratar una variedad de infecciones y han existido durante mucho tiempo.
Actualmente hay muchos tipos de antibióticos y cada uno de ellos actúa de una manera ligeramente diferente y sobre distintos tipos de bacterias, por lo que, cuando se requieren, en consulta el médico decide cuál recetará para dar mejores resultados a la infección. Además de que hoy en día solo están disponibles con receta en la mayoría de los países.
Los antibióticos ni son iguales, ni curan todo
Si bien, los antibióticos son medicamentos muy potentes, lo cierto es que no curan todo, pues de acuerdo con el sitio Cigna Health Benefits, estos no funcionan para combatir las enfermedades causadas por un virus, es decir, que no ayudan a curar enfermedades como:
- Resfriados comunes.
- Gripe.
- La mayoría de los casos de bronquitis aguda.
- La mayoría de los dolores de garganta no causados por estreptococo.
- Goteo nasal.
- La mayoría de las infecciones de oído.
- Por lo general, estas enfermedades desaparecen por sí solas. Pregúntele a su médico qué puede hacer para sentirse mejor.
¿Por qué no es bueno tomar antibióticos por si acaso?
En la actualidad, algunos profesionales de la salud se han visto preocupados de que las personas estén abusando de los antibióticos, sobre todo cuando no los necesitan, esto debido a que podrían perder eficacia cuando en realidad sí los necesite.
Y es que, cada vez que se ingiere un antibiótico, existen más probabilidades de que el medicamento no elimine algunas de las bacterias, mismas que pueden cambiar (mutar) de manera que son más difíciles de eliminar. Entonces, los antibióticos que las eliminaron en el pasado ya no funcionan, mientras que estas bacterias se llaman bacterias resistentes a los antibióticos.
Por otra parte, de acuerdo con el sitio Medical News Today, también se cree que el uso excesivo de este tipo de medicamentos contribuye al creciente número de infecciones bacterianas que se están volviendo resistentes a los medicamentos antibacterianos.
“Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), el uso excesivo de antibióticos en pacientes ambulatorios es especialmente problemático. El uso de antibióticos parece ser mayor en algunas regiones, como el sureste”, comenta el sitio.
De hecho, esto ya lo había predicho Alexander Fleming, el hombre que descubrió el primer antibiótico hace casi 70 años, en su discurso de aceptación del Premio Nobel en 1945, dijo: “Existe el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente aplicarse una dosis insuficiente de antibiótico, y, al exponer a los microbios a una cantidad no letal del medicamento, los haga resistentes”.
Efectos secundarios por consumir antibióticos que no se necesitan
Finalmente, el sitio Cigna Health Benefits, señala que tomar antibióticos que no se necesitan no ayudará a sentirse mejor, curar su enfermedad ni evitar que otras personas se contagien de su infección. Sin embargo, el consumirlos puede causar efectos secundarios como:
- Náuseas.
- Diarrea.
- Dolor de estómago.
- Una reacción alérgica, que puede terminar en problemas de diarrea, fiebre y retortijones de estómago, además de que, en raras ocasiones, puede causar la muerte.
- Candidiasis vaginal en el caso de las mujeres.