El brócoli es un tipo de vegetal con un gran valor nutritivo, ya que aporta vitaminas C, B1, B2, B3 y B6, así como también una alta cantidad de provitamina A en forma de betacaroteno, razón por la que el incluirlo en la dieta diaria será importante para mantener la salud.

Sin embargo, existen varios factores que se deben revisar antes de consumirlo o incluso antes de llevarlo a casa, pues además de perder su variedad de nutrientes, puede ser dañino para la salud. Por eso es indispensable saber reconocer un brócoli fresco de uno descompuesto.

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¿Cómo identificar un buen brócoli?

Este vegetal tiene un característico color verde vibrante en las hojas y la parte de arriba, mientras que en el tallo se encuentra un color verde brilloso; en cambio si ya se encuentra “pasado” se torna de un color amarillento, por lo que su consumo ya no es seguro.

El aroma también puede servir para identificar su estado, normalmente debe tener un olor fresco y agradable, si lo que se percibe es más intenso y hasta llega a ser agrio, es momento de desecharlo.

Al tacto el brócoli debe sentirse suave, si empieza a sentirse viscoso o pegajoso, su estado ya no será apto para consumo. También el tallo debe lucir y sentiste sólido y robusto, en mal estado puede verse flácido.

¿Cómo conservar el brócoli?

Así como otros alimentos, la forma de conservarlo podría ser la clave para alargar su vida y prevenir una descomposición prematura, por ejemplo, el exceso de humedad hace que hongos y bacterias proliferen.

Es por lo que una vez en casa este debería ponerse en refrigeración, sin lavar para evitar que guarde humedad, el frío del refrigerador hará que su metabolismo sea más lento y se conservará más días que si estuviera afuera.

No lo guardes junto con plátanos o manzanas, estas frutas producen etileno, un compuesto orgánico en forma de gas que acelera la maduración de frutas y verduras que se encuentren a su alrededor, por lo que si deseas que otros alimentos se conserven más tiempo evita colocarlos entre estas frutas.

Otra forma de conservarlo es como las flores, cortando un poco el largo del tallo y poniéndolo en un vaso con agua, para que la parte de arriba no se reseque por estar expuesta, y puede cubrirse con una bolsa o algún otro material. El agua debe cambiarse todos los días o cada dos, así el brócoli se puede conservar hasta una semana y hacer seguro su consumo.