Sentirse cómodo, seguro y bello es lo que se requiere para ser feliz consigo mismo, así que no debemos dudar, cuando sea necesario, en acudir a un cirujano plástico para obtener la armonía facial y corporal deseada.
Al final de cuentas, hacerlo es una elección individual y si alguien tiene la capacidad para gastar su dinero en inyecciones de botox o en arreglarse la nariz, es cosa suya. Pero lo más importante es que lo hagas sin miedo y eligiendo el método apropiado indicado por un profesional certificado.
“El por qué las personas acuden al cirujano plástico es equivalente a decir, por qué me compre un vestido nuevo o por qué cambié de coche: ´Porque me quiero ver bien´. Si somos capaces de comprar un vestido caro que vamos a usar una o dos veces, el otro vestido que tenemos pegado al cuerpo, que son nuestra piel y huesos y, los cargamos 24 horas al día ¿por qué no arreglarlos cuando es factible hacerlo?”, expone Fernando Hasfield Arista, ex presidente y miembro del Colegio de Cirujanos Plásticos Poblanos.
Hasfield menciona que la mayoría de las personas acuden al cirujano para mejorar su aspecto físico, ya sea por estética o por reconstrucción, pero esto terminará por favorecer su autoestima, así que la cirugía plástica es un gran aliado para avanzar y superar muchos obstáculos.
“Si tú te sientes bien contigo mismo vas a trasmitirlo a los demás. Pero lo más importante es no tratar de complacer a nadie, así que si te ves al espejo y no te gusta tu busto, tu nariz o tus orejas y te las puedes arreglar, hazlo de una forma que se te vea natural”, señala.
El médico dice que, normalmente, con revisar a la paciente se puede saber hasta dónde se puede conseguir lo que busca y asegura que, cuando él considera innecesaria la operación de un paciente se lo hace saber de manera honesta, sobre todo porque a veces tienen expectativas que no se puede cumplir, principalmente por cuestiones genéticas, hábitos e incluso por la misma fisionomía de la persona. Esto lejos de restarle clientes, le ha sumado.
“Muchas veces he preguntado a los pacientes quién los recomendó conmigo y me dicen: no se va acordar porque esta persona nada más vino una vez y no la operó y por eso vengo, porqué me dijo que si no necesitaba operarme usted me lo iba a decir”, asevera.
La cirugía reconstructiva es otra de las razones por la personas acuden al cirujano ya que se convierte en un medio para mejorar su figura o estética, como en el caso de las mujeres que tras padecer cáncer de mama recurren a ella, o personas que sufrieron accidentes o nacieron con malformaciones, o problemas adquiridos a lo largo de la vida como tumores, lunares, quemaduras.
Hasfield Arista, concluye diciendo que, en su caso, a nivel institucional interviene en cirugías reconstructivas por accidentes, enfermedades o problemas congénitos, entre otros. A nivel privado, la gran mayoría de las cirugías son estéticas y también atiende pacientes que no tienen acceso a servicios de salud.