Fue mientras el epidemiólogo Aaron Ring analizaba muestras de sangre tomada de pacientes con Covid-19 en busca de una proteína inmune, cuando descubrió que estos anticuerpos se volvieron rebeldes e incluso comenzaron a atacar al propio tejido, pues aparecen después de algunas infecciones graves.
Esta investigación contó con el trabajo de investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York, pues ya habían descubierto que algunos pacientes graves de coronavirus con copias de proteínas inmunes que eran potencialmente peligrosas a través del torrente sanguíneo, lo que también hacen suponer que se originaron por infecciones anteriores.
El hecho es que estas proteínas, llamadas autoanticuerpos, que actuaban atacando por error a otras proteínas inmunitarias sin importar que se ubiquen en órganos vitales o en el torrente sanguíneo, lo que podía explicarse como el hecho de que algunas personas presentan una enfermedad más grave de Covid-19.
En cuanto a los niveles y ubicación de los mismos, Ring incluso lo equiparó con los que se pueden ver en personas con enfermedades autoinmunes crónicas, mismas que suelen llevar una vida de dolor, por los daños que sufren los órganos, incluido el cerebro.
¿QUÉ ARROJARON LAS OBSERVACIONES DE RING SOBRE AUTOANTICUERPOS?
Fue mediante una serie de pruebas que el epidemiólogo descubrió que en casos de pacientes con casos leves de Covid, estas llamadas proteínas rebeldes marcaban las células sanguíneas a fin de prepararlas para un ataque, mientras otras más permanecían a la caza de proteínas asociadas con el corazón e hígado, incluso algunos pacientes presentaron autoanticuerpos para atacar el sistema nervioso central y el cerebro.
Lo que más asombró al especialista, fue que estos elementos tienen el potencial de durar para toda la vida, lo que incluso le hizo afirmar que pese a la esperanza que brindan las vacunas, esto podría traer consigo otra crisis de salud pública, por una condición crónica misteriosa y persistente que afecta a algunos sobrevivientes, misma que han llamado "covid prolongado".
Es por ello que por lo menos el 10% de los sobrevivientes de coronavirus, que incluso sólo tenían síntomas iniciales leves, parecieran permanecer con la enfermedad tiempo después con malestares como fatiga extrema, dificultad para respirar, "niebla mental", trastornos del sueño, fiebre, síntomas gastrointestinales, ansiedad y depresión entre otros síntomas.
El problema radica es que esta condición podría generar que millones de adultos jóvenes sanos podrían enfrentar décadas de problemas debilitantes, aunque hasta el momento las causas siguen siendo un misterio, pero los especialistas no descartan a la autoinmunidad.
Cabe señalar que no es la primera vez que los médicos observan esta condición, pero sólo era tomada como una especie de respuesta inmunitaria arriesgada y apocalíptica, pero con la llegada de la Covid-19 se observó que este fenómeno tenía un poder destructivo inusual.
Los especialistas tampoco descartan que esto provenga de un tema genético y que incluso estos autoanticuerpos se encuentren en el cuerpo antes de que se presente la enfermedad y el virus simplemente funciones como un replicador de los mismos de manera masiva, pero tampoco se descarta la posibilidad de el Covid haya creado algunos de ellos
Es mediante una técnica ideada por Ring en la inmunología del cáncer, que podría detectarse la presencia de este tipo de anticuerpos que podrían estar dirigidos contra cualquiera de las 2688 proteínas humanas.
Finalmente, en cuanto al tratamiento, algunos especialistas aseguran que la vacuna podría brindar un paleativo a este problema, pero aún no se ha confirmado el hecho, pues de ser así se necesitará una vacuna específica, diseñada para entrenar al sistema inmunitario para atacar el virus covid.