Desde que comenzó la vacunación contra la Covid-19 de los adultos de 30 a 39 años e incluso de los jóvenes de 18 a 29 años en redes sociales han circulado imágenes de quienes protagonizan verdaderas escenas dramáticas al momento de ser inoculados, pero esto no es una actuación, pues pueden sufrir tripanofobia.
Esta fobia no es otra cosa más que el medio a las agujas y las inyecciones, mismo que si bien no es tan común, tampoco es algo extraño, pues se estima que al menos el 10% de la población mundial la padece, desde una situación controlable, hasta en verdadero temor a este instrumental médico.
Dentro de los síntomas leves a la tripanofobia se encuentran la ansiedad, angustia o confusión mientras que los síntomas graves pueden provocar hasta mareos, náuseas, desmayos, ataques de pánico e incluso la aceleración del ritmo cardiaco.
Este padecimiento llega a tal nivel, que incluso ahora en estos tiempos de Covid-19, pese a que su salud esté en riesgo, hay quienes prefieren evitar ser inoculados a fin de no enfrentarse a malestares por el proceso de vacunación si su fobia es extrema.
¿Cómo surge la tripanofobia?
Dicha fobia, de acuerdo con los especialistas, regularmente surge durante la infancia aunque hay casos en que va desapareciendo conforme se acerca la edad adulta, pero hay caso en que esta prevalece e incluso se intensifica.
Incluso este padecimiento se ubica entre las fobias más recurrentes que existen en el mundo y se debe principalmente a que el origen de este temor se encuentra en traumas o malas experiencias con inyecciones, un producto al que estamos expuestos todos a lo largo de nuestra vida por diversas situaciones.
Es importante señalar que la tripanofobia es diferente a la hematofobia, que es el miedo a la sangre y a la aicmofobia, que es el pánico a los objetos punzantes, aunque en ocasiones estas llegan a estar ligadas.
¿Tiene cura la tripanofobia?
Según afirman especialistas, este padecimiento se puede llegar a controlar y hasta a superar, dentro de las recomendaciones se encuentran el no amenazar a los menores con inyecciones, no engañar a los más pequeños para llevarlos a vacunar, distraerlos cuando vayan a recibir una inyección y no menospreciarlos por sentir este miedo.
En cuanto a los adultos se refiere, se puede recurrir a técnicas de relajación y respiración para disminuir la ansiedad y la hiperventilación, aunque si esto continúa es recomendable recibir ayuda psicológica.
Cuando este mal se trabaja mediante terapias psicológicas con un adulto se pueden utilizar desde terapias de exposición al objeto causante del miedo o de terapias cognitivo conductuales, las cuales han mostrado resultados muy efectivos para modificar los pensamientos y actitudes negativas.
Finalmente en los casos más extremos es necesario recurrir a la psicoterapia, la receta de ansiolíticos y relajantes para que quien sufre esta fobia pueda reducir el estrés.
Así que ya lo sabes si tu o alguien que conoces vive verdaderas escenas de drama al estar cerca de una jeringa y está por llegar tu o su fecha de vacunación contra la Covid-19 no dudes en pedir ayuda para que determinar si padeces tripanofobia.