Sin duda alguna, el chequeo médico anual debería ser obligatorio, y no solo los médicos lo dicen, ya que este tipo de exámenes tiene grandes beneficios para tu salud, por lo que, en este artículo, te hablaremos de cuáles son los estudios médicos que debes de incluir en tu revisión anual.
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Y es que, a pesar de que tengas una edad en la que aun te sientas con mucha energía, dígase entre los 20 y los 30 años, y probablemente no pienses demasiado en la posibilidad de tener alguna enfermedad, ya que se crea que estas solo la padecen los adultos mayores, lo cierto es que nunca está de más monitorear tu cuerpo y tu organismo, sin esperar hasta tener síntomas graves.
¿Qué debes incluir tu chequeo médico anual? Aquí los estudios principales
Gozar de una buena salud es necesario para tener un estilo de vida óptimo, motivo por el cual, la prevención debe ser la premisa, y la mejor manera de hacerlo es acudiendo a consulta médica de manera regular. A continuación, te presentamos una lista que, de acuerdo con el sitio del Gobierno, con los exámenes médicos generales que debes de incluir en tu chequeo anual:
Química sanguínea: Se trata de una serie de pruebas de sangre que analizan diversos elementos en el suero sanguíneo, aunque éstos pueden extenderse hasta 30 años, el examen básico consta de 6 elementos:
- Glucosa: Sirve para el diagnóstico de diabetes tipos I y II.
- Urea: Detecta si existe una función renal disminuida.
- Creatinina: Útil para monitorear el funcionamiento de los riñones.
- Ácido úrico: Su aumento indica gota, enfermedad renal crónica
- Colesterol: Indica si existe riesgo de enfermedad cardiovascular o dislipidemias.
- Triglicéridos: Su incremento puede conducir a enfermedades de las arterias coronarias.
Biometría hemática: En ella, el paciente obtiene un conteo sanguíneo que permite evaluar información de las células presentes en la sangre, como los glóbulos rojos encargados de transportar oxígeno y los glóbulos blancos que combaten infecciones y plaquetas y detienen hemorragias mediante la formación de coágulos.
Examen general de orina: Si bien es un poco incómodo, lo cierto es que mide la densidad, concentración, acidez y presencia de diversos compuestos químicos, como bilirrubina, glucosa y hemoglobina que permiten determinar el nivel de salud del organismo.
Tele de tórax: Se trata de una radiografía que genera imágenes del corazón, pulmones, vías respiratorias, vasos sanguíneos, huesos de la columna y tórax.
Espirometría: Consiste en la exploración de la función respiratoria y evaluación del daño pulmonar en fumadores.
Electrocardiograma: Registra con gráficos la actividad eléctrica del corazón y su funcionamiento, pudiendo determinar si existe algún problema.
Coproparasitoscópico: Este es un estudio de laboratorio en el que se analiza la materia fecal, se utiliza para detectar la presencia de parásitos intestinales.
Pruebas inmunológicas para la detección de:
- VIH: Virus de la Inmunodeficiencia Humana, retrovirus que ataca al sistema inmunitario.
- VPH: Virus del Papiloma Humano, enfermedad de transmisión sexual más común.
- Hepatitis B y C: Virus que pueden provocar inflamación en el hígado.
Antígeno Prostático Específico: Permite diagnosticar y dar seguimiento al cáncer de próstata.
Mamografía: Si eres mujer no pases por alto esta revisión, que es una radiografía de tu seno para detectar el desarrollo de cáncer de mama.
Citología: Es una prueba en la que el ginecólogo extrae células del cuello uterino para detectar lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero e incluso infecciones vaginales.
Examen pélvico: Se trata de un examen en el que se palpa los órganos femeninos para comprobar si el tamaño y forma son normales.
Papanicolaou: Es un examen para ayudar a prevenir y detectar temprano el cáncer del cuello uterino.
Examen de próstata: Si eres hombre esta prueba sirve para detectar a tiempo el cáncer de próstata.
Examen testicular: Permite detectar cambios en el color y el tamaño de los testículos.
Colonoscopia: Es una prueba médica recomendable para todas aquellas personas a partir de los 50 años (o a partir de 40 años si tienen antecedentes). Consiste en la exploración del interior del colon y el recto para detectar posibles anomalías.