Muchos pensamos que el tener las comisuras de la boca caídas y lágrimas en los ojos son una señal de depresión, pero poco volteamos a ver a las personas más “felices” que se encuentran en nuestro entorno, esto pese a que podrían padecer la llamada depresión sonriente, la cual incluso podría llevar a una persona a terminar con su vida.
Y es que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, por lo menos 280 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de depresión, aunque no descartan que las cifras hallan incrementado a raíz de la pandemia de Covid-19, esto, de acuerdo con un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en colaboración con Sant Pau, como resultado de una fatiga.
¿Qué es la depresión sonriente?
Un número importante de casos de este padecimiento son ocupados por la depresión sonriente, la cual suele pasar desapercibida en el entorno cercano y hace referencia a cuadros depresivos con sintomatología típica, pero en los que el paciente se sostiene en el afán de ocultarlo, a fin de que las personas que lo rodean no lo perciban, generando una dificultad en su detección.
Pese a todo lo anterior, los malestares son los mismo de quienes sí exteriorizan el problema, incluso los pacientes son consientes del mal que atraviesan; dentro de las explicaciones que los especialistas han encontrado a este comportamiento, se encuentra el hecho de creer que su obligación es ser felices, por lo que no pueden mostrar emociones negativas.
Y es que debido a los especialistas llaman como una “dictadura de la felicidad”, las personas que padecen depresión pueden experimentar culpa por sentir un malestar e incluso hay quienes se sienten responsables de sufrir este padecimiento, lo que a su vez desencadena el sentimiento de vergüenza por padecer esta enfermedad, pues es tomado como un símbolo de “debilidad”.
¿Cómo se puede detectar la depresión sonriente?
De acuerdo con los expertos, pese a que los malestares típicos de la depresión se pueden percibir a simple vista en quienes padece la variante “sonriente”, existen otros que pueden evidenciar a quienes la padecen, tal es el caso de un incremento en el apetito, el dormir en exceso e incluso el presentar una mayor sensación de pesadez en brazos y piernas.
Otras de las señales de este padecimiento es rechazar las críticas de las personas del entorno cercano, además de mostrar desinterés por actividades que antes eran satisfactorias, aunque cabe destacar que no existe un perfil establecido para el tipo de personas que pueden sufrir depresión sonriente, pues para atravesar esta condición se requiere una realidad compleja de factores bio-psico-sociales.
Pese a ello, las personas perfeccionistas son más propensas a percibir la depresión como una debilidad y una carencia personal, esto sumado al hecho de que las debilidades suelen estar más estigmatizadas en los hombres, por lo que los estereotipos masculinos podrían ser un factor importante, además de que las redes sociales son consideradas un factor importante.
Finalmente, el positivismo patológico también es considerado como un factor de mucho daño, debido a que coloca una presión causada por el hecho de exigirse “estar bien”, trayendo consigo un sentimiento de culpa si no se consigue e incluso tacha el malestar como algo extraño o negativo, esto pese a que el sufrimiento es inherente a la vida y también es sano estar mal.