La federación continúa en discrepancia con el gobierno del estado de Puebla en cuanto a cifras de casos positivos y defunciones por Covid-19.
Este sábado en el mapa de resultados del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), la entidad poblana reportó 20 mil 355 casos positivos contra los 21 mil 229 que arrojó el reporte Covid-19 con fecha del 30 de julio de la Secretaría de Salud de Puebla.
Es decir, la administración estatal reportó más casos con una diferencia de 874 a pesar de llevar un día de retraso.
En cuanto a los decesos, la situación es la misma. Mientras el SINAVE arroja al corte del 1 de agosto 2 mil 471 defunciones, Puebla señala 129 decesos más, o sea, 2 mil 600 casos.
En el escenario de la federación los números por coronavirus son más alentadores que los de la administración de Puebla, que presenta cifras más altas.
Este mismo sábado, en el reporte diario sobre Covid-19 de la Secretaría de Salud a nivel nacional, se informó de 457 mil 510 casos estimados en lo que va de la semana epidemiológica número 29, un día antes de comenzar la semana 30.
Además, se comunicó que todos los estados de México tienen el 40 por ciento de camas ocupadas con ventilador, donde Puebla ocupa el sexto lugar con un 50 por ciento de camas ocupadas con ventilador y el otro 50 con disponibilidad.
La federación reveló que nuestro estado tiene un 61 por ciento de camas ocupadas para hospitalización general y un 39 por ciento disponibles.
Asimismo, el director general de Epidemiología, José Luis Alomía Zegarra recomendó a la población extremar precauciones en la nueva normalidad:
“Recordemos la sana distancia, sobre todo en espacios donde sean públicos; el lavado de manos preferentemente con agua y jabón, sino se tiene a la mano utilizar el alcohol gel; el estornudo de etiqueta y lógicamente el uso de cubrebocas cuando no podemos guardar la sana distancia o estamos en espacios concurridos”.
Por su parte, la secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental Lorena Rodríguez Bores, en la conferencia vespertina, comentó acerca del proceso de readaptación en el cual, la salud mental juega un papel fundamental.
“La resiliencia y la recuperación es un proceso dinámico que también se puede ir construyendo, por eso es importante aceptar que los cambios son parte de la vida y que no van a estar dentro de nuestro control. Hay que desarrollar objetivos realistas, muchas veces durante las etapas difíciles nos ponemos metas que son difíciles de alcanzar”.
Por último, recomendó promover una cultura de cuidado del bienestar y salud mental en el lugar de trabajo, escolar o de convivencia social.