El estrés se ha convertido en el asesino silencioso de los últimos años, incluso la Organización Mundial de la Salud, lanzó una alerta ante la pandemia de esta enfermedad que cada vez se hace más frecuente, indicó Tal Ben-Sahar, conferencista estadounidense- israelí, que participó en la XII edición de la Ciudad de las Ideas con la ponencia La ciencia de la felicidad.
“La Organización Mundial de la Salud está hablando de una pandemia, no una epidemia, sino una pandemia a nivel mundial del estrés y así es como se leen (los titulares de) nuestros periódicos: estrés el asesino silencioso”, comentó.
Enfatizó que esta patología afecta en el trabajo, la escuela y las relaciones sociales, lo que propicia que la gente actué con menor generosidad y benevolencia.
“¿Por qué están aumentando los niveles de estrés?, porque tenemos tantas cosas con las que tenemos que lidiar, a las que les tenemos que prestar atención todo el tiempo y no estamos sabiendo administrar esa sobrecarga”, agregó.
Bajo este mismo tema, compartió que hace poco encontró una estadística que revela que la cantidad de información a la que actualmente está expuesta la sociedad en un día es superior a la que se sometía una persona hace 200 años.
Ante este panorama Tal Ben-Sahar consideró importante trabajar en los niveles de felicidad de cada uno para crear personas más bondadosas y mentalmente saludables.
FELICIDAD Y BONDAD MEJORAN LAS RELACIONES
La felicidad y la bondad, dijo, permiten que haya mejores relaciones interpersonales, grupales e incluso entre naciones, premisa que aseguró, se ha comprobado mediante diversos estudios realizados en California y Nueva York, principalmente.
Agregó que, aunado a las actividades diarias del ser humano, otra de las problemáticas que los individuos tienen actualmente es la adicción a la tecnología.
“Un millón de amigos en redes sociales no sustituyen a un buen amigo en tu vida real”, y agregó “la adición número uno ya no son las drogas ni el alcohol, es la pantalla y tenemos que hacerlas a un lado para poder conectar entre nosotros”, mencionó.
Detalló que el primer paso para encontrar la felicidad es permitir la entrada de la infelicidad y así poder sentir toda esa gama de expresiones humanas, toda vez que los únicos que no sienten dolor, tristeza o compasión por el otro son los psicópatas y los muertos.
“Debemos darnos permiso de ser humanos y ser bondadosos. Se ha comprobado que compartir con los demás aumenta los niveles de felicidad con uno mismo. Las relaciones de verdad se construyen a través de la generosidad”, dijo.
En resumen, precisó, la bondad y el compartir con los demás nuestra generosidad, incrementa los niveles de felicidad con nosotros mismos y por extensión con los demás disminuyendo así los niveles de estrés que vive el ser humano.