Una crisis de fertilidad podría tener en riesgo la existencia humana, así lo reveló un estudio de la epidemióloga Shanna Swan, mismo que mostró que la producción de espermas en hombres sanos registró una disminución del 50 por ciento en los últimos 50 años.
De acuerdo con la especialista, el estilo de vida en el mundo moderno llevó a una menor producción de espermas y por consiguiente alterando el desarrollo reproductivo de hombres y mujeres, al grado de poner en peligro el futuro de la raza humana.
Swan también señaló que entre las causas de esta disminución se encuentra la alteración del flujo normal hormonas debido a la constante exposición de sustancias químicas que las alteran.
Destacan en estas alteraciones los ftalatos, que aunque no son consumidos, se encuentran en la construcción, los automóviles, cosméticos, productos de limpieza y en general en productos que tienen PVC.
Otros de los factores que han provocado en esta disminución de los espermas son la obesidad, así como las enfermedades relacionadas a una alimentación alta en grasas o el consumo de sustancias nocivas.
¿LA PRODUCCIÓN DE ESPERMAS EN EL MUNDO PUEDE LLEGAR A CERO?
Shanna explica que esta disminución en la producción de espermas no es pasajera, pues en una comparativa con los últimos cinco o diez años no se muestra que el declive se haya estabilizado y de seguir con estas cifras, el conteo de espermas de hombres sanos en el mundo podría llegar a cero en el año 2045.
¿PODRÍA DESAPARECER LA RAZA HUMANA?
La epidemióloga indicó que estas condiciones en el tema de la fertilidad podrían llevar a la extinción de la raza humana en los años siguientes, al no existir otra manera del reproducirnos.
Incluso indicó que no sólo el desarrollo sexual de hombres y mujeres ha cambiado, en el mismo riesgo se encuentran otras especies, pues afirma que “el mundo moderno está en camino de convertirse en infértil”.
¿EXISTE UNA SOLUCIÓN PARA ESTA CRISIS DE FERTILIDAD?
Finalmente Shanna Swan considera que para revertir los daños en el sistema generador de espermas y por consiguiente frenar una probable crisis de fertilidad se requieren acciones de los gobierno para controlar la producción de sustancias que afecten la salud de las personas.