Seguro más de una vez has escuchado o leído que beber vino tinto trae beneficios al corazón, como algunos estudios recientes que afirman que el consumo moderado de esta bebida mejora la salud cardiovascular, pero ¿qué hay de cierto en esto? En esta nota te mostramos algunos mitos y realidades sobre esta información.
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Desde hace algunos años el vino se ha convertido en una de las bebidas favoritas de muchas personas, incluso, se comenzó a poner de moda realizar eventos para masificar su cultura y así mostrar de qué manera disfrutarlo para beber tanto solo como para maridarlo con diferentes comidas.
Y es que, tanto médicos como científicos siguen intentando comprender la relación que existe entre este y la salud del corazón, lo que significa que aún existen muchos mitos sobre sus beneficios, y a continuación, te mencionaremos algunas verdades y falsedades en la salud, sobre la bebida más noble de todas.
¿El vino tinto es antioxidante?
Verdad: De acuerdo con información de la Clínica Mayo, el alcohol y ciertas sustancias en el vino tinto, que se conocen como antioxidantes, pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias, que es la afección que lleva a los ataques cardíacos. Es importante mencionar que, beber en exceso puede contrarrestar este beneficio.
¿El vino tinto reduce el colesterol?
Verdad: Según un estudio publicado en Clinical Nutrition, los antioxidantes en el vino tinto podrían aumentar los niveles de colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés), que también se conoce como colesterol bueno, y proteger contra la acumulación de colesterol. Aquí es importante mencionar que, mantener el colesterol dentro de un rango saludable es importante para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
¿El vino tinto reduce el riesgo de infarto?
Verdad: El vino tinto y otros tipos de bebidas alcohólicas pueden aumentar inmediatamente el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral, según la American Heart Association; sin embargo, este riesgo disminuye con el tiempo, pues mientras se consuma una cantidad moderada de alcohol, en el caso de las mujeres una copa al día y en el de los hombres dos, es probable que a largo plazo el vino tinto no dañe al corazón, es decir de manera moderada. Por el contrario, consumir grandes cantidades de alcohol, incluido el vino tinto, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales, así que, es importante considerar la posibilidad de reducir la cantidad de alcohol que bebe para darle un respiro a su organismo.
¿El vino tinto reduce la presión arterial?
Falso: En la actualidad no existen pruebas definitivas de que el vino tinto reduzca la presión arterial, sino que, por el contrario, el alcohol la aumenta; no obstante, como el alcohol tiende a relajar a las personas puede bajar ligeramente la presión arterial, aunque sea solo durante un breve periodo de tiempo, y no le ayudará con la hipertensión crónica.
En conclusión, de acuerdo con la Fundación Mayo y su estudio "El vino tinto y el resveratrol: ¿son buenos para el corazón?", cantidades moderadas de todos los tipos de alcohol, no solo del vino, podrían tener beneficios para el corazón, y entre ellos se encuentran:
Aumentar el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad, es decir el colesterol HDL o "bueno".
- Reducir la formación de coágulos sanguíneos.
- Prevenir el daño arterial causado por los altos niveles de colesterol "malo" o LDL.
- Incrementar la capacidad de las capas de las células que recubren los vasos sanguíneos.
¿Qué personas no pueden consumir vino tinto?
Si bien, existen algunos beneficios comprobados por estudios para que se pueda consumir vino tinto de manera moderada, lo cierto es que también existen algunas contradicciones, pues según la Fundación Española del Corazón, tomar este, y en general de alcohol, no está indicado en personas con:
- Diabetes
- Embarazadas, mujeres que piensen que lo estén o que planeen estarlo
- Niños y adolescentes
- Personas con enfermedades hepáticas y cardiopatías graves o con algunas arritmias
- Personas bajo tratamientos médicos específicos
- Mujeres que estén lactando
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