El ‘empacho’ es el nombre que se le dio a un padecimiento que está relacionado con el malestar estomacal que se caracteriza por diferentes síntomas como dolor, inflación, náuseas y otros más. Aunque puede tratarse con algunos medicamentos, igual se suelen emplearse distintos remedios caseros.
Una de las formas más comunes de aliviarlo es jalándole la piel de la espalda a quien tiene el problema. Esta práctica ha generado una gran cantidad de comentarios, pues en ocasiones se asegura que no es un método confiable, no obstante, en la actualidad continúa siendo una técnica muy usada dentro México y algunos lugares de Latinoamérica.
Habrá situaciones en las que será necesario recibir atención de un experto, pues los malestares podrían agravarse. Por ese motivo, es de suma importancia que ante cualquier sospecha se busque el apoyo de un especialista. Aun así, existen varias alternativas caseras que se han aplicado a través de distintas generaciones.
¿Qué es el empacho?
Más allá de lo que se cree de forma popular, esta afección es indigestión y de acuerdo con la Clínica Mayo no es una enfermedad, sino que se trata de una molestia en la parte superior del abdomen que viene acompañada de otros síntomas.
Su presencia es común, aunque los efectos que trae dependerán de cada organismo, pues puede variar de acuerdo con distintas características. Por lo regular aparece cuando se come demasiado rápido o grandes cantidades.
Medline Plus destacó a través de un artículo que igual puede generarse cuando se ingieren alimentos con un alto nivel de grasa, por comer en momentos de estrés o por tener intolerancia a algunos productos.
Del mismo modo, se explicó que esta situación puede empeorar si no se cuentan con hábitos saludables, por ejemplo, fumar, beber demasiado alcohol, consumir algunas medicinas, tener cansancio excesivo y estresarse constantemente. Sus principales síntomas son:
- Sensación de saciedad que aparece poco después de empezar a comer.
- Molestia en la parte superior del abdomen.
- Saciedad incómoda después de alimentarse.
- Náuseas.
- Ardor e hinchazón en la parte superior del abdomen.
¿Sirve ‘tronar el empacho’?
Uno de los remedios más comunes es ‘tronar el empacho’, que es una práctica en la que se aprieta la espalda, además, se dan masajes en esa misma zona. Con estos movimientos se busca que se escuche un tronido o chasquido.
Este remedio ha sido apoyado por algunos expertos, quienes han afirmado que puede tener resultados positivos, tal es el caso de Valeria Edelsztein, doctora en química y autora del libro ‘Los remedios de las abuelas’, quien aseguró:
“Los pellizcos a los costados de la columna estimulan una formación de nervios conocida como plexo celíaco o solar, que acelera el movimiento estomacal”, lo que significa que hacerlo adecuadamente puede traer resultados positivos
Esto igual ha sido confirmado por un artículo que fue publicado dentro de Cuad Hist Salud Pública, en la que se indicó que “esta técnica provoca aumento del peristaltismo gastrintestinal por estimulación de las raíces nerviosas correspondientes al plexo solar, y obliga al paciente a evacuar en forma inmediata”.
Otros remedios caseros
No comer: Lo primero que se debe evitar es ingerir algún alimento, pues se tendrá que esperar un tiempo para que nuestro organismo pueda digerir lo que se ha consumido.
Beber infusiones: Tomar algo, en especial alguna una infusión que pueda aliviar los síntomas, AXA Health Keeper recomienda beber algo que tenga manzanilla, pues así el estómago podrá sacar lo que ya no necesita.
Consumir jengibre: Esta raíz tiene propiedades antinflamatorias, por lo que puede ser de gran ayuda en estos casos. Puede prepararse como un té al hervirlo junto con agua, además, puede combatir las náuseas.
Menta: Otra alternativa es la menta, ya que el Ministerio de Salud del Gobierno de Chile explicó que sus hojas pueden ser estomáquicas, lo que significa que ayudan a tener una mejor digestión.
Bicarbonato de sodio: Esta sustancia puede aliviar la acidez estomacal, al igual que la indigestión ácida, así fue como lo precisó Medline Plus. Su consumo se puede realizar a través de tabletas o con el polvo que se prepara con agua.
Se debe buscar la ayuda de un profesional cuando haya pérdida de peso involuntaria o de apetito, vómitos reiterados o con sangre, heces oscuras o alquitranadas, la dificultad para tragar que empeora, hay fatiga o debilidad, que pueden ser signos de anemia; también si hay falta de aire, sudoración o dolor de pecho.