Las enfermedades renales ocasionan la pérdida de la funcionalidad de los riñones, que son órganos vitales que se encargan de filtrar los desechos y el exceso de líquido de la sangre para producir orina. Estas enfermedades pueden ser agudas o crónicas, con diversas causas y síntomas.
De acuerdo con Medline Plus, durante esta condición se genera la pérdida progresiva de estas funciones durante un periodo que puede ser de varios meses o incluso años. Asimismo, los malestares pueden variar, pero en cualquier caso, es indispensable buscar atención médica de inmediato.
Quien tenga sospechas de haber desarrollado esta afección, tendrá que realizarse las pruebas necesarias, que pueden ser ecografías o resonancias magnéticas para evaluar la estructura de los riñones, al igual que otro tipo de exámenes que brinden un diagnóstico preciso.
Hábitos que provocan enfermedades renales
La Secretaría de Salud (SS) del estado de Puebla indicó que existen varias conductas que son consideradas factores de riesgo, por lo que deben evitarse para que no se desarrolle este padecimiento.
Fue a través de su cuenta de X, antes Twitter, que el organismo especializado le lanzó una advertencia a la ciudadanía para que modifique ciertos hábitos que los hacen propensos a tener esta afección, son los siguientes:
- No beber suficiente
- Abusar del consumo de alcohol y tabaco
- Ingerir sal en exceso
- No hacer actividad física
- Dibetes
- Hipertensión
En este sentido, la SS añadió que otra tendencia que igual es peligrosa, y al mismo tiempo muy común, es la de comer en exceso alimentos procesados y con alto contenido en grasas; por lo que se deben buscar dietas con más vegetales.
¿Cómo se trata este padecimiento?
El tratamiento de las enfermedades renales puede incluir cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta baja en sal y mantener niveles saludables de glucosa en la sangre para quienes padecen diabetes. En casos más graves, puede requerirse diálisis o un trasplante renal.
La Asociación Americana del Riñón enfatizó en la importancia de mantener una hidratación adecuada y evitar el consumo excesivo de sustancias como las bebidas con alcohol.
También se pueden incluir medicamentos llamados fijadores de fosfato para ayudar a evitar los niveles altos de fósforo, así como hierro extra en la alimentación, al igual que calcio y vitamina D. Es importante mencionar que se debe buscar el apoyo de un profesional de la salud para realizar este consumo.