Una de las actividades que muchos suelen tomar a la ligera pero que es fundamental para el óptimo funcionamiento del organismo es el dormir, pues implica la restauración del mismo luego de una jornada de desgaste por las diversas actividades que se realizan a diario y aunque siempre se habla del tiempo mínimo que se debe dormir poco se hace sobre los efectos de no descansar.
Pero aunque esta duda pareciera reciente, lo cierto es que se trata de una de las que más años ha estudiado la ciencia, específicamente en 1965 cuando Rudy Gardner se propuso en responder cuánto tiempo puede pasar el ser humano sin dormir, esto con la intención de presentar su experimento en la feria de ciencias de su colegio, logrando incluso romper un récord mundial.
¿Cuánto tiempo pasó sin dormir Rudy Gardner?
En aquel entonces el joven estudiante logró batir el récord con pasar 264 horas despierto, es decir el tiempo equivalente a 11 días, posteriormente una década más tarde el doctor Allan Rechtschaffen, mismo que se enfocó en el estudio del insomnio y la apnea, realizó una nueva prueba en la Universidad de Chicago, para la cual utilizó a un grupo de ratas.
La privación del sueño se dio mediante la aplicación de toques eléctricos, descubriendo que a partir del día 11 comenzaban a palidecer; en ambos estudios quienes fueron sometidos a la falta de sueño presentaron complicaciones de su salud, en el caso del estudiante desarrolló problemas de visión y de habla, deficiencias cognitivas, aumento de la presión arterial y alucinaciones, mientras que los animales murieron.
¿Cuáles son los daños en el organismo por no dormir?
Dentro de los primeros efectos que puede traer el no dormir, el no hacerlo por uno o dos días trae consigo cansancio y problemas menores, cuando este insomnio se prolonga por más tiempo e incluso se vuelve crónico las consecuencias pueden llegar hasta provocar la muerte de una persona, tal y como sucedió con los roedores del primer experimento.
En el caso de la falta de sueño en humanos, de acuerdo con un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el simple hecho de no tener un sueño reparador puede desencadenar otros padecimientos como la obesidad, demencia, Parkinson y epilepsia, además de puede provocar depresión, ansiedad, enfermedades cerebrales degenerativas o traumáticas, asma nocturna.
Incluso la falta de sueño puede disminuir la función inmune y aumentar la descomposición de los diabéticos o los problemas cardiacos, es esta serie de males la que puede ocasionar la muerte de una persona en caso de que estos males no sean atendidos a tiempo, por lo que en caso de que insomnio se prolongue la recomendación es buscar la ayuda de un especialista.
Finalmente, existe un mal hereditario conocido como “insomnio familiar fatal” el cual es calificado como uno de los más peligrosos, ya que no existe ningún tratamiento que pueda combatirlo, además de que aparece de manera progresiva, al grado que reduce la expectativa de vida de quienes la padecen es de apenas 48 meses y termina con el colapso del sistema nervioso, llevando al paciente a un estado de coma y a la muerte.