Con la posible aprobación de una cuarta dosis de vacunación contra la Covid-19, expertos dividieron opiniones sobre el movimiento que debería seguirse en el control de la pandemia. Aunque la mayoría señaló que lo mejor es aprobar y conseguir dosis que combatan eficazmente a la enfermedad antes que nuevos tipos de refuerzos.
Expertos en enfermedades y vacunas de los Estados Unidos, incluido el comité asesor independiente de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) sostuvieron una reunión para evaluar el futuro de la medicina, los medicamentos como el control de la pandemia del coronavirus.
VACUNAS MÁS EFICACES CONTRA LA COVID-19
En su discusión no hubo un consenso claro sobre el camino que debe de seguir, pero la mayoría defendió que deben realizarse procesos similares a los que se tienen con la influenza, en donde se implementa un proceso anual de recolección de cepas para desarrollar una dosis eficaz.
Peter Marks, doctor y director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica, el cual está a cargo de la regulación de las vacunas en Estados Unidos, afirmó que la estrategia actual de colocar un refuerzo sobre la dosis original para el virus descubierto en Wuhan ya no es sostenible.
También, expresó su preocupación por las futuras oleadas de casos que puedan provocarse, en especial en la siguiente temporada de otoño e invierno, donde las condiciones climáticas y las enfermedades respiratorias en general terminan por aumentar. A la par, para ese tiempo la inmunidad generada por las actuales dosis ya será menor o podría poner en riesgo a las personas.
“Tenemos que hacer un trabajo tremendo en la investigación de vacunas más avanzadas, vacunas mucosas, vacunas pan-coronavirus. Pero, no vamos a llegar allí para el próximo año, por lo que realmente tratamos de hacer lo mejor que podemos con el conocimiento que tenemos”, explicó el doctor Marks.
Por su parte, Michael Nelson, doctor y jefe de asma, alergia e inmunología de UVA Health, explicó que es necesaria una estrategia nacional que sea más cohesiva para las nuevas vacunas y que mantener la estrategia de desarrollar dosis ajustadas a variantes que cambian cada dos meses no llevará a los fabricantes a ningún lado.
De forma que indicó que solo se deben realizar cambios cuando estos sean de una mayor duración y que amplíen de manera importante la inmunidad contra múltiples variantes.
En cuanto al proceso de conseguir una nueva vacuna, los expertos señalaron que se debe encontrar una forma confiable para medir el nivel de inmunidad de las personas contra la enfermedad, debido a que medir los niveles de anticuerpos como se hace hasta ahora son indicadores pobres para lo que se necesita.
También, se expuso la necesidad de crear un repositorio o una plataforma donde sea posible consultar los mejores estudios inmunológicos de la más alta calidad en el mundo donde puedan apoyarse para impulsar la conversación sobre las próximas dosis.
INFLUENZA Y LO QUE PODRÍA PASAR CON LA COVID
Durante la reunión del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (VRBPAC) se presentó el proceso anual de recolección de cepas para la influenza como los plazos que se implementarán para asegurar que existan suficientes vacunas.
Los expertos discutieron si este proceso era posible aplicarlo a la Covid y tener mejor garantía con las medicinas que se crean, pero indicaron que a pesar de las similitudes se trata de virus completamente diferentes.
Debido a la inexperiencia que se mantiene sobre la evolución del virus procesos así tendrían que postergarse al menos por un año más. Durante este tiempo los científicos podrían hacer la selección de cepas y la caracterización de semillas para que se produzca la suficiente cantidad de vacunas y superen los procesos regulatorios.
En el caso de la influenza el proceso comienza en agosto, por lo que antes de que se produzca el posible pico de casos ya se cuenta con la producción suficiente de dosis para la población.
Al respecto, llegaría otro inconveniente debido a que la fabricación y capacidad de producción de la vacuna contra la Covid-19 son muy diferentes y no se tiene la misma experiencia en el uso de estas plataformas.
Dentro de otras diferencias, existe un tiempo máximo de vacunación entre las vacunas contra la influenza y la Covid-19 de cuatro a seis semanas. Además, de que la evolución del virus SARS-CoV-2 es muy diferente al ser uno más transmisible, infeccioso y que puede tener muchas diferencias de cepa a cepa.
La FDA aprobó la semana pasada una segunda dosis de refuerzo contra la Covid-19, es decir, la cuarta vacuna para personas de 50 años y más, después de observar los resultados y eficacia por los datos generados en Israel, donde la aprobación se dio hace algunos meses.