En los últimos años, términos como ‘vegetariano’ o ‘vegano’ se han popularizado, refiriéndose a dietas que eliminan productos de origen animal, con el fin de promover una alimentación saludable, proteger el medio ambiente y cuidar a diferentes especies.
Actualmente, es posible encontrar varias tiendas especializadas que venden productos para este tipo de consumidores, ofreciendo artículos elaborados con verduras, frutas, semillas y otros ingredientes que proporcionan los nutrientes necesarios para que el organismo funcione correctamente.
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En algunos casos, este estilo de vida va más allá de la alimentación, incluyendo la compra de artículos de cuidado personal que no contengan ingredientes de origen animal, como jabones, desodorantes o cualquier otro producto para el cuidado personal. Sin embargo, hay personas que adoptan este estilo de vida sin seguirlo de manera estricta.
¿Qué es flexitariano?
A diferencia de las dietas estrictamente vegetarianas o veganas, el ‘flexitariano’ es un enfoque más flexible, tal como su nombre lo indica, ya que permite el consumo ocasional de productos de origen animal, aunque se prioriza el consumo de alimentos de origen vegetal.
No es un término oficial reconocido por la Real Academia Española (RAE), pues no está en su diccionario. Sin embargo, esta institución ha mencionado a través de sus redes sociales que lo correcto en estos casos es emplear esa palabra, que viene del acrónimo ‘flexi(ble)’ y ‘(vege)tariano’.
Quienes eligen esta alternativa tienden a consumir más frutas, verduras, legumbres y granos enteros, lo que proporciona una gran cantidad de nutrientes esenciales, vitaminas y fibra. Aunque ocasionalmente consumen pescado o carne de res.
Las personas que siguen este estilo de vida suelen estar motivadas por el deseo de reducir su huella de carbono, ya que la producción de alimentos vegetales generalmente requiere menos recursos y genera menos emisiones que la producción de carne.
¿Cuál es su diferencia principal?
De acuerdo con la Academia Española de Nutrición y Dietética, su característica principal es la adaptabilidad. A diferencia de algunas dietas restrictivas, este tipo de alimentación permite disfrutar de una variedad de alimentos sin sentir limitaciones.
Se comenta que esto puede ser de gran ayuda en contextos sociales, es decir, cuando hay fiestas o reuniones familiares, no es necesario comer algo diferente al resto, sino que se puede ingerir el mismo menú, ya que el consumo de carne no es constante.
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Esto significa que no eliminan por completo la carne de su dieta, pero la consumen de manera más consciente y moderada. Esta flexibilidad también lo hace más accesible, permitiendo disfrutar de una variedad de platillos sin perder de vista el objetivo principal.