Las garrapatas son parásitos muy comunes que suelen afectar a los animales y a los seres humanos. Debido a la facilidad con la que se propongan se alojan en diferentes zonas, lo que genera distintos problemas, en especial en las mascotas, pues pueden contraer varias enfermedades graves.
Uno de los factores de riesgo más comunes es la exposición a las áreas con mucha vegetación, pues son en estos lugares en donde estos ácaros suelen habitar y están a la espera de un huésped. Por ese motivo los dueños deben revisarlos de forma constante para verificar que no tengan alguno.
Los especialistas han destacado que en caso de encontrarle una a un can es necesario llevarlo a que reciba atención veterinaria de inmediato, de este modo es como se evitará que la situación se complique, además, es importante que en los siguientes días sea observado para descartar que haya desarrollado algún padecimiento.
¿Cómo detectar garrapatas en tu perro?
Antes de iniciar algún tratamiento lo primero que se debe realizar es verificar que la mascota tenga algo fuera de lo normal. En caso de la presencia de este parásito podría tener comportamientos extraños, como intentar rascarse de forma excesiva o no querer comer.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas inglés), hasta ahora no se ha encontrado una vacuna para prevenir que estos ácaros invadan a los perros ni tampoco hay una que pueda prevenir las enfermedades que provocan.
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Los expertos sostienen que para detectarlas se debe inspeccionar al can, en especial al interior de las orejas, alrededor de los párpados, detrás de las patas delanteras, debajo del collar, entre los dedos o junto a la cola.
Las garrapatas son perceptibles a simple vista, pues aparecen como si fueran pequeñas verrugas color gris, blancas o cafés. Después de que una picadura las enfermedades que transmiten empezarán a reflejarse de 7 a 21 a días.
¿Por qué no extraerla?
En cuanto se detecte una se debe actuar de inmediato para que sea eliminada, sin embargo, los especialistas sostienen que no debe extraerse, pues es indispensable seguir un protocolo y es mejor que un veterinario lleve a cabo el procedimiento.
La clínica veterinaria AniCura con sede en Europa, mencionó que si este ácaro se arranca sin tener cuidado podría liberar sus glándulas salivares que caerán sobre la sangre del perro, lo que aumenta el riesgo de que se infecte.
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Si no es posible acudir con un experto lo que se debe hacer es quitarla siguiendo los pasos que han sido proporcionados por los CDC, de esta manera se podrá disminuir el riesgo de que surjan consecuencias negativas:
- Conseguir pinzas limpias de punta fina y tomar a la garrapata lo más cerca posible de la superficie de la piel.
- Luego se debe tirar hacia arriba con una presión constante y uniforme.
- No se debe sacudir ni retorcer al parásito, de lo contrario podría dejar secreciones.
Tras terminar el proceso se deberá limpiar la zona con agua y jabón, mientras que las pinzas se deberán desinfectar. En cuanto a los desechos se tendrán que poner en alcohol, luego en un recipiente sellado y por último se tirarán por el inodoro.
¿Qué enfermedades transmiten las garrapatas?
Lyme: Es una infección bacteriana que causa hinchazón de las articulaciones, fiebre y pérdida del apetito. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FAD por sus siglas en inglés) destacó que algunos perros desarrollan padecimientos renales que los puede llevar a la muerte.
Babesiosis: Si un can lo contrae sus glóbulos rojos serán invadidos, lo que ocasionará síntomas como fatiga, pérdida del apetito, fiebre y orina de color rojo oscuro. Si no se atiende a tiempo puede terminar con la vida del animal.
Ehrlichiosis: Provoca fiebre, pérdida de peso, fatiga y pérdida del apetito. Otros malestares igual pueden ser respiración dificultosa o disnea y rigidez de las extremidades. También se debe tratar lo más pronto posible.