Hay varios padecimientos que, pese a que ya son estudiados por la comunidad médica alrededor del mundo, la cantidad de pacientes que los sufren es ínfima, lo que imposibilita en muchas ocasiones poder determinar su origen y por consiguiente obtener un tratamiento para atenderlos, tal es el caso de la llamada hiperlaxitud ligamentosa, misma que puede ser un don pero también un problema.
Y es que este problema también conocido como hiperlaxitud articular, como su nombre lo dice afecta los ligamentos, que son las estructuras de tejido que tienen la función de mantener conectados los huesos y las estructuras internas del cuerpo humano, teniendo cuando estos son atacados por este mal un estiramiento mayor al necesario, pero, ¿cómo se detecta y atiende?
¿Qué es la hiperlaxitud ligamentosa?
La explicación que dieron los especialistas para este padecimiento partió del hecho de que el tejido conectivo del que se componen los ligamentos contiene elastina con la intención de tener un margen de movimiento sin romperse, por lo que cuando tienen una mayor cantidad de esta sustancia y por consiguiente de elasticidad se puede estar sufriendo de este padecimiento.
Una de las maneras más sencillas de detectarlo es mediante la llamada prueba de Brighton, la cual consiste en juntar el dedo gordo de la mano totalmente con el brazo y es que, al realizar esta prueba, algunas personas incluso tienen la capacidad de juntar todo el reverso de la mano con el brazo girándolo hacia arriba, es decir con la palma de la mano hacia abajo.
Sin embargo, pese a poder detectar este problema de una manera tan sencilla la recomendación es consultar a un médico o fisioterapeuta con la intención de confirmar la patología y es que, aunque puede ser visto como una facilidad al momento de hacer estiramientos con una flexibilidad sorprendente, son más comunes los riesgos de esguinces, dislocaciones y subluxaciones.
A esto se suma el hecho de que, con la presencia de hiperlaxitud ligamentosa, las estructuras corporales no son tan congruentes, generando que a su vez se dé una hipermovilidad y que las articulaciones se encuentren mal posicionadas, desencadenando dolor muscular y articular, pues incluso hay personas a las que se les “zafar” un brazo y sin problema lo pueden regresar a su lugar.
¿Cuáles son los cuidados que debe tener una persona con hiperlaxitud ligamentosa?
Sobre los cuidados y consejos que debe seguir un paciente que padece hiperlaxitud ligamentosa lo primero es atender su higiene postural con la intención de evitar la creación de desviaciones articulares como la escoliosis, además de tonificar su musculatura, pues esta estructura sujeta los segmentos óseos, pudiendo suplir la falta de sujeción de los ligamentos hiperlaxos.
Finalmente, en caso de que exista una pronación o huella plana por hiperlaxitud, se deberá acudir a un podólogo con la intención de hacer unas plantillas que ayuden a la correcta sujeción del pie, además de que en caso de que, al momento de practicar deportes con alto riesgo de lesión por esguince, se aconseja utilizar tobilleras y/o rodilleras para evitarlas, así como visitar un fisioterapeuta en caso de que los dolores afecten el día a día.