El hipotiroidismo, una enfermedad que surge cuando una glándula no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando de manera normal, puede tener otras implicaciones cuando se diagnostica en mujeres, en especial en su fertilidad.
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Diversos estudios han encontrado la relación que existe entre la poca actividad de la glándula tiroides y las afectaciones que puede haber en los procesos reproductivos de las mujeres, al ser una enfermedad que ataca las hormonas.
Algunas de las causas del hipotiroidismo pueden ser ciertos trastornos autoinmunitarios o hipofisarios por el crecimiento anormal de la hipófisis, que ya tienen efecto en la fertilidad.
Estas hormonas tiroideas cumplen con funciones en todas las células del cuerpo, de forma que aumentan la tasa metabólica, la síntesis de proteínas, regulan el crecimiento de los huesos largos y la maduración neural, por ello son fundamentales para el óptimo desarrollo de las células
Respecto a las causas más comunes para sufrirla, se encuentra el factor autoinmunitario, la tiroiditis de Hashimoto, la escisión quirúrgica, la ablación radioactiva y los tumores.
El número de casos en cuanto al género es mucho mayor en mujeres al ser 10 veces mayor que en los hombres, además de asociarse comúnmente con las enfermedades inmunológicas.
Los efectos del hipotiroidismo en las mujeres
La enfermedad del hipotiroidismo puede tener afectaciones en las mujeres como alteraciones menstruales, anovulación (cuando el óvulo maduro no es liberado del ovario) y esterilidad.
Su impacto hormonal puede tener efectos en la secreción normal de gonadotropinas (hormonas que regulan procesos relacionados a la reproducción), afecta la conversión de estrógenos precursores a estrógenos, alteraciones de la secreción de la hormona folículoestimulante y la hormona luteinizante.
También, las mujeres suelen de padecer de trastornos menstruales como la menometrorragia, que es una mayor duración del flujo a intervalos poco predecibles; y oligomenorrea, que son menstruaciones poco frecuentes o ciclos que pueden llegar a durar hasta 45 días, en ambos casos los padecimientos se relacionan con la esterilidad.
En casos más severos conduce a la disfunción ovulatoria, ante la gran cantidad de interacciones de hormonas tiroideas en el sistema reproductor femenino.
Si de habla de una mujer que logró embarazarse, la hormona tiroidea tiene más valor, debido a que no sólo ayuda al desarrollo del feto, también para el mantenimiento del embarazo al asociarse con un alto índice de abortos espontáneos.
Durante el embarazo y en el periodo postparto las mujeres también pueden ser propensas al hipotiroidismo, en donde no se manifiesta con un síntoma en especifico y depende más del tiempo de evolución de la enfermedad, la edad, velocidad de inicio y sus causas.
En cuanto a sus síntomas más comunes están: intolerancia al frío, astenia, anorexia, aumento de peso, somnolencia, pérdida de memoria, cambios de personalidad, disminución de la audición y sentido del gusto, depresión, ataxia, debilidad, dolor articular, calambres, náuseas, estreñimiento, disminución de tolerancia al ejercicio, reducción de la libido, disminución de la fertilidad, alteraciones menstruales, piel áspera y fría, cara hinchada y blanca, caída de vello y cabello.
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Cuando se identifica el hipotiroidismo en mujeres en edad fértil, se puede contribuir a resolver la infertilidad en caso de que la paciente busque quedar embarazada. Para las mujeres en gestación, la detección de la enfermedad es importante las complicaciones que se pueden presentar como hipertensión arterial, probabilidad de preeclampsia eclampsia, así como en el feto que puede sufrir de defectos en su desarrollo, tener bajo peso al nacer, o la muerte.