Tener una calidad óptima de sueño es necesario para lograr la recuperación adecuada del organismo luego de todo un día de actividad y aunque se piense que bastará sólo con poner la cabeza sobre la almohada para lograr este proceso, sin embargo, existen algunos detalles que se deben de cuidar para poder realizarlo de una manera más satisfactoria.
Pues si bien muchas personas logran dormir, lo que no logran es descansar y por consiguiente recuperarse, sintiendo una sensación de pesadez al día siguiente, pero independientemente de visitar algún médico para descartar otro mal como el insomnio, una de las primeras recomendaciones es revisar la postura que estamos adoptando al realizar esta tarea.
¿Cuál es la posición correcta al momento de dormir?
De acuerdo con investigadores de las universidades de Stony Brook y Rochester, a través de un estudio publicado en la revista científica “The Journal of Neuroscience”, el lado correcto para dormir es el izquierdo, pues se han encontrado múltiples beneficios para la salud, los cuales son resumidos en seis principales aspectos como la circulación, los ronquidos, el cerebro, la digestión, el metabolismo y la columna vertebral.
En el caso de los beneficios para la circulación, dormir de lado izquierdo impide se obstruya la arteria aorta, responsable de bombear la sangre desde el corazón hacia todo el torrente sanguíneo, facilitando la recirculación; en el caso de los ronquidos se da una eliminación de la llamada apnea obstructiva, contrario a lo que sucede cuando se duerme boca arriba.
Las bondades que esta práctica es que permite al cerebro eliminar desechos, pues esta postura favorece el drenaje linfático del sistema nervioso central, mediante el cual son expulsadas proteínas, vitaminas, grasas y otros residuos, esto debido a que se mantiene una adecuada presión sanguínea que a su vez fortalece al sistema inmunológico mediante una mejor oxigenación.
Acerca de las ventajas en la digestión, el adoptar esta posición dificulta que los ácidos estomacales puedan ascender hacia el esófago, lo que evita el reflujo y la acidez estomacal, esto debido a la inclinación de los intestinos, lo que también favorece el paso de los alimentos para agilizar el proceso de la digestión, además de hacerlo de una manera más eficiente.
También se le asocia con una regulación del metabolismo, ya que el páncreas se ubica del lado izquierdo, lo que hace más favorable su funcionamiento, pues del lado contrario el esfuerzo que debe hacer es mayor, mismo que también obliga a trabajar forzadamente al estómago y el bazo, encargado de purificar la sangre permitiendo una mejor absorción de los desechos.
Finalmente, esta determinación también la agradecerá la espalda, pues dormir del lado izquierdo permitirá mantener una alineación adecuada de la columna vertebral, evitando que todo el peso del cuerpo recaiga sobre ella y liberando vías sanguíneas; cabe resaltar que estos beneficios son inmediatos e incluso al despertar se podrá tener una sensación de claridad mental y vitalidad renovada.