Las frutas y verduras son indispensables para tener una dieta equilibrada y su consumo regular ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes, que son cruciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano.
Las manchas y texturas en estos productos son características que a menudo generan preocupación entre los consumidores, pero entender su origen y significado puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre su consumo; en especial porque pueden ser resultado de diferentes causas, la mayoría naturales.
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Al conocer que representan se podrá saber como se tiene que hacer una compra, pues en algunos casos esto puede servir para saber cómo es el sabor o si ya está listo para comerse o no, incluso es una señal de caducidad. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio una serie de recomendaciones que te ayudarán.
¿Las manchas en las frutas son malas?
Las pequeñas manchas en algunas frutas son normales, por lo que pueden consumirse sin ningún problema, ya que no son un riesgo para la salud; así fue como los explicaron los especialistas a través de la Revista del Consumidor.
Por ejemplo, las marcas marrones o negras en los plátanos o las papayas aparecen cuando están maduras, pues durante este periodo es más fácil que se queden marcados los dedos de quien las manipula al momento de venderlas o trasladarlas. Pero la calidad de la pulpa no disminuye.
En el caso de las bananas, se precisó que pueden comerse siempre que no estén excesivamente blandas, además, su piel no tiene que estar por completo oscura. Aun así, existen ciertas señales que indican que no deben adquirirse.
La Profeco explicó que deben desecharse los frutos que tengan golpes, arrugas o puntos blandos: “Comprueba su maduración oprimiéndolas por el centro, si la carne es firme o la piel se arruga ligeramente se puede consumir”.
Por su parte, la pulpa de las manzanas siempre tiene que estar firme y aromática sin estar harinosa. Estas reglas pueden cambiar en otras opciones, como ocurre con los aguacates, los cuales no deben tener manchas o puntos negros en la cáscara.
“Si el rabillo es color amarillo, está en su punto, si es color verde, está inmaduro y si es marrón está pasado”, se destacó. Con estos consejos se tendrá la oportunidad de tomar una elección más saludable.
¿Qué pasa con las verduras?
Limón: Solo tendrás que seleccionar los que tienen una cáscara lisa, firme, brillante y color verde intenso. Las pequeñas manchas cafés no afectan el sabor. Se tendrán que tirar las piezas blandas o secas.
Jitomate: Las opciones maduras deben tener un tono rojo vivo, al igual que una piel lisa y son blandas al tacto. Se tendrán que rechazar los que están demasiado blandos, con magulladuras o puntos verdes y amarillos en la cáscara.
Ajo: Las cabezas firmes, sin brotes o retoños verdes con envoltura seca son las características que debe tener un ajo de buena calidad. Se tendrán que comprar las cabezas pequeñas, compactas y pesadas. Se tirarán las amarillentas o huecas, pues indican que están viejas.
Cebolla: No compres las que se encuentran húmedas, presentan manchas o un cuello blando, pues estas marcas son una muestra de que ya están pasadas y no tienen que ser consumidas por seguridad.
Chile verde: Estas piezas deben estar firmes al tacto y con la piel lisa. Se deben sacar los chiles que lleven manchas, cortaduras o arrugas; esto se debe que entre más viejos se ponen, son mayores las posibilidades de que pierdan sabor.
Tomate: En estos casos no adquieras las piezas con diferentes manchas o daños en la piel. Se recordó que algunos tienen un trocito de tallo, el cual es responsable de la acidez y no se debe comer.
