La familia de las personas con discapacidad auditiva son el primer obstáculo para garantizar el acceso a la Lengua de Señas Mexicana (LSM), así lo expresó el director de vinculación de Casa del Sordo, Carlos Martínez.
En entrevista con El Sol de Puebla, Carlos Martínez comentó que el primer filtro para que las personas sordas aprendan la LSM son las familias, sin embargo, estas les imponen una lengua auditiva (español) cuando les corresponde aprender una lengua visual (LSM), de forma que se vulneran sus derechos.
Además, señaló que sólo 1 de cada 4 familias con un miembro con discapacidad auditiva opta por aprender la LSM, de forma que gran parte de la población sorda aprende a comunicarse con “señas caseras”.
De la misma manera, apuntó que el rezago educativo de las personas sordas ha sido una constante, pues la edad promedio para que las personas sordas aprendan la Lengua de Señas Mexicana correctamente es entre 14 y 15 años.
Carlos Martínez agregó que “no se necesita educación especial, sino educación especializada”, ya que la LSM es una lengua visual se requieren grupos pequeños en los que la atención no se pierda, así como de más personas que puedan comunicarse a través de este lenguaje.
El director de vinculación de Casa del Sordo, consideró que enseñar LSM a las personas con discapacidad auditiva hasta la adolescencia “es demasiado tarde”, ya que los jóvenes han aprendido a comunicarse en su entorno con códigos distintos y sin estructura gramatical.
Por otra parte, consideró que a pesar de existir leyes que indican que las instituciones públicas y privadas deben tener intérpretes de la Lengua de Señas Mexicana, persiste un “rezago alarmante” al igual que sucede con las lenguas indígenas.
“Hay que ser servicial, si voy a estudiar para ayudar a las personas, hay que pensar en las personas que atenderé”, dijo.
LIMITACIONES POR PANDEMIA
En el marco del Día Internacional de las Lenguas de Señas, la maestra de LSM, María Guadalupe Galván Rodríguez recordó que las indicaciones de salud para evitar la propagación del virus SARS-CoV2 han sido limitaciones mayores para las personas con discapacidad auditiva.
Pues, el uso de cubrebocas o no llevarse las manos a la cara son obstáculos en la comunicación en esta Lengua ya que las expresiones visuales cambian considerablemente cuando no es posible ver la boca de las personas.