¿Alguna vez al quitarte los zapatos has notado que huelen mal? En muchas ocasiones los pies pueden desprender un mal olor, y no pasa nada cuando suele ser algo puntual, sin embargo, cuando este problema se convierte en habitual, las alertas se encienden porque detrás puede esconderse alguna enfermedad.
Los pies son una parte muy importante de nuestro cuerpo, ya que sin ellos no podríamos mantenernos de pie, caminar o correr, por tal motivo, también se convierten en una de las extremidades que trabajan tan duro, que a veces transpiran y pueden llegar a tener un fuerte y desagradable aroma, por lo que en esta nota te ayudaremos a detectar las posibles causas y los tratamientos que puedes seguir para combatir el problema o prevenirlo.
¿Por qué huelen mal los pies?
El mal olor de pies puede ser de dos formas: puntual, si el aroma es de un día, o bien, puede ser habitual, es decir, que a diario ya se tenga este problema, lo que estaría anunciando una afección y por lo que será necesario ponerse en manos de un especialista.
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Generalmente, el olor fétido de los pies se produce cuando el sudor entra en contacto con la flora bacteriana, provocando en su descomposición amonio y ácido graso, esto según la plataforma de prevención y educación en salud Cuídate Plus.
Los pies suelen sudar más que el resto del cuerpo debido a que cuenta con más de 250 mil glándulas sudoríparas; si a esto se le añade utilizar calzado cerrado o calcetines de material sintético durante muchas horas, es lógico que se produzca el mal aroma.
Aparte del calzado y las prensas que usen nuestros pies, la higiene personal deficiente puede ser otro de los factores que produzca el mal olor de manera puntual; no obstante, cuando el problema ya es habitual, este puede ser causado por una infección por hongos, el pie de atleta o la bromhidrosis, patologías que producen el problema y que necesitan de un correcto tratamiento, además de una higiene óptima para poder erradicar el problema.
Posibles causas del mal olor
Si bien, ya se mencionó con anterioridad que una deficiente higiene personal, el calzado o algunas patologías pueden ser las principales causas del mal olor en los pies, lo cierto es que también existen otros posibles factores que pueden dar origen al problema y entre los más frecuentes se encuentran:
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- Cambios hormonales durante la adolescencia
- Consumo de alimentos como las especias, la cebolla o el ajo
- Problemas metabólicos, renales o hepáticos
- Estrés o ansiedad
- Tratamientos farmacológicos o uso de medicamentos
- Mala alimentación
- Consumo de sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco
- Utilizar calcetines o calzado elaborado con material sintético que no dejen transpirar la piel
- No secarse correctamente los pies
- Infecciones por hongos o bacterias en los pies
¿Cómo evitar el mal olor en los pies?
A través de la internet se pueden encontrar algunos remedios caseros para combatir el mal olor de pies, a base de vinagre, bicarbonato de sodio, salvia o té negro, entre muchos otros ingredientes, sin embargo, de acuerdo a especialistas en podología estos recursos no son efectivos ante una enfermedad, bacteria u hongo. No obstante, hay soluciones que pueden ayudarte a combatir el problema de sudoración o mal aroma, como:
Buena higiene: es importante mantener una higiene diaria correcta en tus pies cambiando diariamente tus calcetines, así como secarlos completamente bien tras salir de la ducha, baño o piscina y siendo meticulosos especialmente entre los dedos, donde en muchas ocasiones se localiza una maceración que provoca mal olor.
Uso de calzado y calcetines adecuados: procura utilizar calceta o calcetín de algodón o lana, y evita en la medida de lo posible utilizar materiales sintéticos.
Utiliza talcos o sprays: es importante el uso de productos comerciales que estén específicamente formulados e indicados para uso podológico.
Nunca olvides las chanclas o sandalias: en baños públicos, regaderas o vestidores de gimnasios o sitios públicos, no olvides usar siempre chanclas o sandalias, mismas que te ayudarán a prevenir todo tipo de infecciones por hongos.
Acudir con un especialista: si el mal olor persiste, lo más recomendable es que acudas a un especialista para averiguar el problema de raíz y así te determine un diagnóstico y tratamiento adecuado.