En Puebla, el 67 por ciento de las personas fallecidas por Covid-19 murieron antes de ser intubadas, mientras que el 33 por ciento de ellas perdió la vida posterior a la intubación.
De acuerdo a los datos abiertos de la Secretaría de Salud federal, al corte de información del 3 de junio, revela que de las 509 defunciones que se tenían registradas en la entidad, 339 poblanos murieron antes de ser intubados, cifra que representa el 67 por ciento, mientras que 170 de ellos alcanzaron a ser intubadas, lo que constituye el 33 por ciento.
La base de datos de la federación indica que el factor principal por el que no logaron ser intubados se debe a que la persona falleció el mismo día que ingresó al hospital e incluso al día siguiente, esto derivado de un ingreso tardío a partir de la fecha de la presencia de los síntomas.
Debido a los protocolos de protección de identidad, la base de datos de la federación registra a las personas fallecidas bajo un código diferente. En el caso del paciente “0afa80”, su sintomatología inició el día 15 de mayo, no obstante, ingresó al hospital 14 días después, es decir, el día 29, y el 30 del mismo mes, falleció.
Un caso similar sucedió con el paciente “02f712”, quien tuvo los primeros síntomas el día 19 de mayo, pero fue nueve días después que llegó al hospital, es decir el día 28, no obstante, ese mismo día perdió la vida a causa del virus sin lograr la intubación.
Esta misma base de datos destaca que el rango de edad de las personas que no fueron intubadas oscila entre los 35 hasta los 90 años de edad.
Durante la conferencia matutina de este lunes, el secretario de Salud, Jorge Humberto Uribe Téllez, enfatizó que la atención médica oportuna permite a los médicos tener un mayor rango de posibilidades para mejorar la salud del paciente.
Agregó que el rango en el que los pacientes llegan para recibir atención médica oscila entre los seis días, incluso un poco más.