Niños que son castigados con nalgadas podrían ser más propensos a desarrollar depresión como al consumo de drogas cuando son adultos. De acuerdo con una investigación, este tipo de castigo tiene relación con una salud deficiente, pero hasta el momento no se ha considerado como una experiencia adversa en la niñez.
De esta forma, las nalgadas son similares al abuso físico y emocional, por lo que su uso como medida correctiva ocasiona una experiencia infantil adversa. Por mucho tiempo, se ha visto como un tipo de medida correctiva aceptada por la mayoría de los padres e incluso por maestros en las escuelas a pesar de los esfuerzos por combatir el abuso infantil.
LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO
El estudio fue realizado por la Universidad de Michigan y explica que el abuso físico como emocional en los niños tiene una alta correlación y puede ser de naturaleza similar a las nalgadas. Las experiencias adversas de la niñez son aquellas como el abuso físico, abuso emocional, abuso sexual, negligencia física, negligencia emocional y exposición a que la madre sea tratada de manera violenta.
A pesar de que en diversos estudios se documentan como abuso físico acciones como empujar, agarrar, abofetear y golpear hasta dejar marcas o lesiones, las nalgadas no han sido consideradas dentro de este aspecto. Esto se debe a que es un tipo de castigo con el que se busca controlar o corregir a un niño al hacerle experimentar dolor, pero sin lesionarlo.
Dentro de su estudio participaron 8,316 adultos que respondieron a un cuestionario sobre vivencias traumáticas durante la infancia y los problemas que desarrollaron al ser adultos. Para comparar las diferencias de recibir nalgadas como castigo, se dividió en dos grupos a los participantes entre los que sufrían el castigo de manera recurrente y quienes no lo sufrieron o solo de manera esporádica.
En los resultados, se encontró que 54.8 por ciento de los participantes reportó recibir nalgadas como castigo recurrente y de adultos, desarrollaron un mayor número de problemas como depresión, así como tener una asociación con mayores intentos de suicidios y con el consumo moderado a excesivo del alcohol.
Los hombres son más propensos a sufrir nalgadas cuando son niños que las mujeres, dándose el castigo en todos los niveles educativos y no se asoció con el estado civil en la edad adulta.
De esta forma, se encontró que las nalgadas están cargadas con el mismo factor que los elementos de abuso físico y emocional. También, que, se identificó de mejor manera las deficiencias de salud mental en los adultos cuando se consideró a las nalgadas como un abuso.
“Es importante destacar que las nalgadas cargadas empíricamente con elementos de abuso físico y emocional indican una construcción subyacente similar”, explica el estudio. “Además, las nalgadas permanecieron asociadas con mayores probabilidades de deterioro de la salud mental y conductual en adultos”.
LA ELIMINACIÓN DEL ABUSO INFANTIL
La investigación destaca como esfuerzos de diversos organismos de las Naciones Unidas consideran el eliminar las nalgadas como castigo para reducir el maltrato infantil y poner fin a la violencia contra los niños.
Por ello, con este tipo de estudios se busca apoyar el concepto de que cualquier tipo de violencia física contra los menores pueden relacionarse con problemas de salud en los adultos. Además, se busca que ya se mencione como una experiencia adversa en la niñez.
De esta forma, se debe motivar a los padres a encontrar formas seguras y efectivas para disciplinar a los hijos se recurrir a ningún tipo de castigo físico. La promoción de programas y políticas para prevenir adversidades tempranas como informar sobre factores de riesgo asociados con los castigos deben difundirse, concluye el estudio.
“La prevención debe ser una dirección fundamental para las iniciativas de salud público. Esto incluye la necesidad de promover la crianza positiva a través de la educación y la legislación para reducir el castigo corporal”, explica el estudio Nalgadas y deterioro de la salud mental de los adultos.