Con la edad, la pérdida de memoria y de concentración se puede presentar, cuestiones muy graves debido a que suelen debilitar a las personas como volverse dependientes de otros. Por ello, realizar cosas que eviten el progreso de estas enfermedades es vital y se puede comenzar desde la alimentación.
Aunque no lo parezca, los alimentos pueden influir en la salud del cerebro como en el pensamiento agudo. Estudios señalan que las bacterias intestinales son capaces de desencadenar procesos metabólicos que provocan inflamación cerebral como daños en la memoria.
Uma Naidoo, doctora psiquiatra nutricional, autora de libros y miembro de la facultad de Medicina de Harvard, enlistó los alimentos que pueden causar afectaciones en las bacterias intestinales con la intención de que sean evitados y su consumo sea menor, esto para la sección Make it de la cadena CNBC.
ALIMENTOS QUE AFECTAN LA MEMORIA
Aunque suelen ser muy ricos y una opción recurrente en las comidas rápidas, los alimentos fritos deben de evitarse en gran medida. Un estudio de la Universidad de Cambridge detalló como una dieta alta en este tipo de alimentos se relacionó con bajas puntuaciones en aprendizaje como memoria.
También, su alto consumo se ha mostrado como una causa para desarrollar depresión. Un estudio que analizó a más de 715 personas encontró que quienes consumían más alimentos fritos tenían niveles más altos de depresión como de resistencia mental.
Por otro lado, los carbohidratos de alta carga glucémica como son el pan, la pasta y aquellos hechos con harina refinada, pueden causar afectaciones a la memoria. Al ser su consumo importante, se debe prestar mayor atención en el tipo de carbohidratos que se consumen.
Se debe notar su clasificación en el índice glucémico (IG), que es la rapidez con la que los alimentos se convierten en glucosa durante la digestión. Mientras más rápido se descomponen más alto su clasificación e investigaciones apuntan que personas que consumen alimentos con un alto índice glucémico tenían 30 por ciento de más probabilidades de sufrir depresión.
Dentro de los alimentos con alto índice se encuentran algunos como el arroz, las papas y el pan.
Por otra parte, los nitratos se han relacionado con alteraciones en las bacterias intestinales, por lo que podrían provocar trastorno bipolar. Los nitratos son un conservante y se utilizan para resaltar el color de las carnes frías y alimentos procesados.
En la actualidad, los nitratos comienzan a dejarse para usar otras sustancias en su lugar, como es la harina de trigo sarraceno, la cual contiene diversos antioxidantes y es mejor para la salud.
BEBIDAS QUE PUEDEN TRAER AFECTACIONES
Una de las principales bebidas que se deben evitar son aquellas altas en azucares añadidos. El cerebro utiliza la energía en forma de glucosa para impulsar las actividades celulares, pero, una dieta con exceso de azucares puede relacionarse con un exceso de glucosa en el cerebro.
Por ello, el alto consumo de refrescos cargados en azúcares, así como de productos procesados, horneados o con alto contenido en fructosa, se ha relacionado con problemas en la memoria y una menor plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
Dentro de las recomendaciones, los hombres no deben de consumir más de 36 gramos de azúcar añadida por día, y en el caso de las mujeres no debe ser mayor a 25 gramos.
Un efecto similar causa el alcohol, con diversos estudios que relacionan su alto consumo con problemas de memoria e incluso demencia. Un reporte publicado por el British Medical Journal en 2018 mostró que las personas que consumían más de 14 tragos por semana tenían un mayor riesgo de sufrir demencia en comparación a quienes bebían con moderación.
Para los resultados de este estudio, investigadores de Francia siguieron el consumo de alcohol de más de nueve mil personas durante 23 años, con la intención de observar como se relacionaba con la demencia.
Algunas investigaciones señalan que las personas reaccionan de manera diferente al consumo de alcohol, por lo que también se le relaciona con problemas de ansiedad. El abuso del alcohol se considera cuando hombre bebe más de cuatro tragos en un día y cuando una mujer consume más de tres por día.