La mutación de la Covid-19 llamada Ómicron ha provocado muchas defunciones en todo el planeta, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reciente comunicado en donde se aseguró que es un error clasificarla como una variante leve.
El director de este organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que la cepa sudafricana resultó ser menos agresiva que las demás, principalmente en aquellas personas vacunadas, pero es más contagiosa que la Delta y esto ha ocasionado que varios infectados desarrollen un cuadro grave de la enfermedad.
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Esta variación del virus también ha provocado que crezcan los niveles de hospitalizados que requieren cuidados intensivos; en consecuencia, los sistemas de salud de diferentes naciones están colapsando porque no tienen los recursos suficientes.
En este sentido, mencionó que es necesario hacer que las jornadas masivas de inmunización lleguen a más lugares, de lo contrario, estas zonas serán los espacios perfectos para la propagación y se correrá el riesgo de toparse con más mutaciones, aumentando las posibilidades de que esta no sea la última.
NO SE ALCANZÓ EL OBJETIVO DE VACUNACIÓN DEL 2021
En esta conferencia, Tedros comentó que el plan de la OMS era que todos sus países aliados tuvieran un 10% de su población vacunada para septiembre del 2021, y para diciembre de ese mismo año, debían tener un 40%, sin embargo, de las 194 naciones que pertenecen a ella, 92 no llegaron al objetivo.
Él dijo que esto fue resultado de la inequidad de las autoridades mundiales, ya que las regiones más ricas tomaron gran parte de las dosis, dejando a los menos desarrollados sin este medicamento.
Indicó que estas acciones terminarán afectando la recuperación económica de todos, existen empleos que aún no se puede retomar con normalidad y se perderán; recordó que estas estrategias individualistas no podrían solucionar esta situación.
“Una dosis de refuerzo tras otra en un pequeño número de países no acabará con una pandemia mientras miles de millones siguen completamente desprotegidos,” precisó el jefe de la OMS, quien añadió que sería posible que acabe esta crisis durante su tercer año si los líderes no cambian de actitud y son más solidarios.