Una mujer no pudo acceder a una operación de trasplante debido a que no se encuentra vacunada contra el Covid-19 en un hospital de Colorado, Estados Unidos. Esta se une a las medidas en contra de aquellos que siguen sin recibir algunas de las dosis disponibles contra la enfermedad.
El hospital de la Universidad de Colorado (UCHealth) confirmó su decisión y recomendó a la mujer afectada a que asistiera a la unidad médica El Paso County en Texas, estado con reglas más relajadas contra el virus. También, detalló que la paciente tuvo hasta un mes de notificación para que acudiera a vacunarse sin hacer caso al aviso.
REPRESENTANTE REPUBLICANO DA A CONOCER LA HISTORIA
Tim Geitner, representante Republicano de Colorado, informó sobre la situación de la mujer el pasado martes por medio de sus redes sociales. Señaló que conocía de cerca a la afectada que estaba en busca de un trasplante de riñón y que la decisión del hospital le parecía tanto triste como frustrante.
“Creo que debería traer gran preocupación a muchos de nosotros cuando observamos el tipo de atención que podemos esperar de nuestras instalaciones de salud aquí en Colorado, donde, según su estado de vacunación basado en COVID, en realidad se le negaría la atención”, comentó Geitner.
Además, compartió una carta que la afectada recibió de parte del hospital en donde explican que su caso se pasó a la lista inactiva de pacientes en busca de un trasplante como consecuencia de no vacunarse. La mujer ya contaba con un donador en espera para su enfermedad y solo faltaba proceder a la operación.
HOSPITAL RESPONDE Y DA SUS MOTIVOS
Al comenzar a hacer viral la situación el UCHealth, por medio de un portavoz, explicó los motivos detrás de su decisión. Comenzaron señalando que avisaron de manera oportuna a la paciente y que dieron un periodo de 30 días para que pudiera comenzar con su plan de vacunación antes de salir de la lista de trasplantes de riñón.
Posteriormente, indicó que los hospitales requieren que los pacientes cumplan con una variedad de condiciones para poder acceder a una operación o un trasplante. A la par, dijo que esto es una práctica común y que dentro de las cosas que pueden solicitar se encuentra tener ciertas vacunas como puede ser la del coronavirus u otras como contra la hepatitis.
“Los pacientes también podrían requerir dejar el alcohol, dejar de fumar, o mostrar que podrán seguir tomando su tratamiento después de recibir la cirugía”, comentó Dan Weaver, portavoz del hospital. “Estos requerimientos incrementan la posibilidad de que un trasplante sea exitoso y que el paciente rechace el órgano”.
Dentro de su respuesta, explicó que las personas que han recibido un trasplante y que se infectaron de Covid-19 y no estaban vacunadas tienen una probabilidad de morir del 20 hasta el 30 por ciento. Aquellos que recibieron la dosis única o las dos dosis contra el virus y se infectaron solo tienen 1.6 por ciento de mortalidad.
Recordaron que, como unidad médica, deben establecerse a los reglamentos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, donde se considera ético que los doctores tomen en cuenta las probabilidades de supervivencia de un paciente cuando de un trasplante se trata.
“Un trasplante de órgano es una cirugía única que conduce a una gestión especializada de por vida para garantizar que no se rechace un órgano, lo que puede provocar complicaciones graves, la necesidad de una cirugía de trasplante posterior o incluso la muerte”, indicó Weaver.
LAS RESTRICCIONES PARA LOS NO VACUNADOS
Dentro de los Estados Unidos, las restricciones para las personas que no han recibido la vacuna son cada vez mayores. Su asistencia en eventos públicos como para viajar son complicadas, e incluso para poder asistir a su trabajo.
Comenzando con los eventos públicos, ciudades como Boston o Los Ángeles piden prueba de vacunación o una prueba negativa de Covid-19 que no sea hecha en casa. También, tienen que un cuidado más riguroso en cuanto al uso de mascarilla, lavado de manos y la distancia entre personas.
Respecto al trabajo, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció a mediados de septiembre que las empresas con más de 100 trabajadores deben pedir a su personal que estén vacunados o realizar pruebas semanales de coronavirus. Esto afecta a cerca de 80 millones de personas y algunas grandes empresas como Facebook o Google han hecho obligatoria la vacunación.