En el combate contra la Covid-19 ha muchos sorprendió la rapidez con la que una vacuna eficaz pudo ser desarrollada, a diferencia de enfermedades que han existido por años y en las que no se tiene una cura certera. Caso de esto es el VIH, que desde su descubrimiento a principios de la década de los ochenta solo se ha logrado que sea una enfermedad tratable.
El virus SARS-CoV-2 se detectó por primera vez en noviembre de 2019 en Wuhan, China, a dos años de ese momento ya se cuentan con diversas dosis de la vacuna y una distribución mundial que la puso al alcance de la gran mayoría. En el caso del VIH, fue hasta 1983-1984 cuando se pudo descubrir el virus que lo causaba y estando cerca de cumplir 40 años de ese momento no se ha logrado encontrar la vacuna.
DIFERENCIAS ENTRE VIRUS VIH Y COVID
La posibilidad de tener una vacuna para tratar un virus y el otro no, viene del tipo de virus y la forma en que se desarrolla dentro del cuerpo. Comenzando con el SARS-CoV-2 es uno fácil de identificar y que se adaptó de alguna especie animal hacia los humanos.
Aunque muta, lo hace en una cantidad considerable de tiempo, debido a que sus polimerasas, las enzimas encargadas de copiar el material genético, producen mutaciones muy lentas, señaló Roberto Vázquez Campuzano, académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM para una publicación de Gaceta UNAM.
Mientras que, en el caso del VIH tiene una estructura en su superficie, llamada glicoproteína, de las más extremas en las 22 familias de virus que se conocen. Se estima que más de la mitad del peso es azúcar, la cual usa como escudo para protegerse y que ha ido evolucionando por selección natural.
Además, es un virus que tiene la capacidad de generar y tolerar diversas mutaciones, por lo que sus cepas pueden tener variaciones de una persona a otra. Esto provoca que el virus evolucione continuamente dentro de una sola persona infectada, lo que provoca una replicación continua e implacable.
Al ser un retrovirus, es capaz de integrarse al genoma de la célula y permanecer escondido para que el sistema inmune no lo identifique al sintetizar ADN a partir de RNA. Las vacunas usualmente ayudan a limitar la replicación de los virus y su enfermedad, pero en el caso del VIH, la posible vacuna tendría que provocar una barrera esterilizante y no solo parar su replicación.
“Los anticuerpos que produce una persona infectada por el VIH generalmente solo tienen una actividad neutralizando muy débil contra el virus. Además, estos anticuerpos son muy específicos de la cepa; neutralizarán la cepa con la que está infectado el individuo, pero no las miles y miles de otras cepas que circulan en la población”, explicó Ronald C. Desrosiers, profesor de Patología y vicepresidente de investigación de la Universidad de Miami en un artículo para The Conversation.
AÑOS DE TRABAJO PARA LOGRAR VACUNA CONTRA VIH
De acuerdo con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) año con año se invierten un aproximado de mil millones de dólares estadounidenses en la investigación y desarrollo de una vacuna.
Son cinco las veces desde que fue descubierto el virus que se ha alcanzado la fase 3 de las pruebas con una dosis, es decir, donde se verificó su efectividad con humanos, sin que ninguna haya tenido éxito. Dentro de los primeros tres casos, no se encontró protección contra la infección del virus o en la carga viral, de manera contraria, una de las pruebas resultó en un mayor nivel de infección.
El RV 144 o ensayo tailandés, se llevó a cabo de octubre de 2003 a julio de 2006, convirtiéndose en uno de los más populares al mostrar en su informe inicial una muestra del 31 por ciento más baja que la tasa de infección por VIH en personas que habían sido vacunadas. Pero, estudios posteriores señalaron que existían menos de 78 por ciento de posibilidades de que la protección fuera real.
Para ampliar los resultados de RV 144, el cual no fue apoyado por el gobierno de Tailandia al no tener una eficacia de al menos el 50 por ciento, se realizó el ensayo clínico HVTN 702, el cual se detuvo ya que no se encontró alguna protección contra la adquisición del virus.
Pese a los grandes fallos, los investigadores siguen en la búsqueda de una vacuna apuntando a otros enfoques como niveles de protectores de anticuerpos de por vida con una administración. Como el estudiar más a fondo a las personas que han demostrado una producción de anticuerpos con una potente actividad neutralizante del virus. Al menos dos casos se han detectado de personas que han logrado detener el virus con su propio sistema inmunológico.
VACUNA, LA ÚNICA SOLUCIÓN ANTE EL VIH
Diversos expertos han señalado que la vacuna no sería el único mecanismo para controlar la enfermedad, por lo que instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue con campañas para la distribución de medicamentos antirretrovíricos y mantener las medidas de protección.
Dentro de su Plan de Acción Mundial sobre la Farmacorresistencia del VIH (2017-2021), se ofrecen recomendaciones como identificación de oportunidades para prevenir, vigilare y responder a la farmacorresistencia del VIH y adaptarse a nuevos modelos de servicio como de tratamientos.
La reducción de la farmacorresistencia del VIH se mantiene como su objetivo primordial, en un esfuerzo que espera coordinar con gobiernos y la sociedad en general.
“En el futuro ampliaremos nuestra vigilancia a los nuevos medicamentos antirretrovíricos y a los que se administran como agentes de acción prolongada a efectos de prevención y tratamiento, de modo que podamos mantenerlos a lo largo de toda la vida de las personas infectadas por el VIH”, comentó Meg Doherty, directora de los programas mundiales de VIH, hepatitis e ITS de la OMS.