Una de las actividades más importantes para el organismo es dormir, pues de esta tarea depende la recuperación del organismo luego de un día de intensa actividad, sin embargo, el insomnio no sólo lo padecen quienes les cuesta conciliar el sueño, sino que casos en los que pese a ya haber logrado dormir a mitad de la noche despierta entre dos y tres veces durante la madrugada.
Y si bien pudiera pensarse que esto no tiene ningún riesgo para la salud, pues sólo bastará con colocar la cabeza sobre la almohada para volver a conciliar el sueño, esto no es así, según han señalado especialistas en el tema, esto pese a que una noche de sueño se compone por varios ciclos, por lo que si eres de los que atraviesa por estos episodios aquí te contamos más.
¿Por qué despertamos durante la madrudada?
De acuerdo con un estudio realizado por la Sociedad Española de Neurología, entre un 20 y 48 por ciento de la población adulta de aquel país europeo presenta dificultades para iniciar o mantener el sueño y es en al menos el 10 por ciento de esos casos que se tiene registro de un trastorno de sueño crónico y grave, en el cual tienen que ver diversos factores de espacio destinado para este fin.
Dentro de estos factores figuran algunos como la temperatura, el ruido, la luz e incluso el uso de dispositivos móviles antes de acostarse, el problema de tener estas interrupciones es que repercuten de manera directa en no poder lograr un sueño continuo y es que si bien este proceso se compone de ciclos, atravesar cada uno de ellos requiere de un determinado tiempo.
Esto debido a que cada uno de ellos cumple una función, por lo que el no hacerlo durante el tiempo necesario evita que este sea de calidad, debiendo pasar por lo menos el 25% del sueño en fase REM y el resto en fase no REM, pues este es el encargado de estimular las regiones del cerebro que se utilizan para el aprendizaje, denominado así por sus siglas en inglés para la frase "movimiento ocular rápido".
Es entonces cuando se padece de un “insomnio de mantenimiento del sueño”, el cual consiste en que una persona se despierte a media noche, pase un rato sin poder descansar y posteriormente se vuelva a dormir, pudiendo repetir este proceso durante varios momentos de la noche, generado que el sueño sea considerado de mala calidad y por tanto la recuperación también.
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¿Calidad o cantidad en el sueño?
Según señala Javier Albares, miembro de la Sociedad Española del Sueño (SUS) y del European Sleep Research Society, al momento de ir a la cama no sólo es importante cuántas horas se duerma, sino con la profundidad con la que se haga, pues es importante que existan baste de olas lentas, es decir la fase tres y la de sueño profundo o REM, siendo la cantidad, profundidad y continuidad los factores que influyen en un sueño reparador.
Finalmente, explica que cuando existen despertares el sueño es de menor calidad y por consiguiente menos reparador, por lo que se debe combatir la ansiedad a partir del estrés, pues las afectaciones figuran una reducción en la capacidad de limpiar toxinas y residuos, dañando la memoria y la concentración, el sistema inmunitario, el sistema cardiovascular, el estado de ánimo y el rendimiento.