La Tripanosomiasis Americana, mejor conocida como enfermedad de Chagas, es un padecimiento de tipo parasitario, que se instala en el organismo huésped a través de un vector conocido como la “chinche besucona”. Este mal produce afecciones cardiacas y digestivas, principalmente. Aunque en Puebla la incidencia es casi nula, las autoridades estatales invitaron a la población a mantenerse alerta ante su proliferación.
Fue durante la conferencia de prensa de este jueves 21 de abril, cuando El Sol de Puebla cuestionó al titular de la Secretaría de Salud estatal, José Antonio Martínez García, acerca de la vigilancia epidemiológica que la dependencia lleva a cabo sobre esta enfermedad en específico.
De forma inicial, el funcionario explicó que se trata de una afección poco usual que se transmite a través de la especie triatoma infestans, o conocida coloquialmente como la chinche besucona o la chinche picuda. Este parásito es el encargado de producir padecimientos degenerativos como alteraciones motoras del esófago, pero también otros males cardíacos, que generalmente producen consecuencias a largo plazo: “Hay que llevarlo en vigilancia, no se curan espontáneamente”, aseveró.
Algunos de los síntomas, son: fiebre, párpado con inflamación y ronchas.
Más tarde, la dependencia explicó a través de un comunicado de prensa, que la entidad poblana se mantiene actualmente libre de casos relacionados a la enfermedad de Chagas. Es importante mencionar que, de acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE) federal, en lo que va de 2022 se han detectado 170 casos a nivel nacional. Las entidades más afectadas al momento, son: Veracruz, Guanajuato y Jalisco, que en conjunto aglomeran 81 casos acumulados.
El año pasado, por su parte, cerró con 327 diagnósticos confirmados de ese padecimiento, de los cuales 10 ocurrieron en el estado Puebla, concretamente en los municipios de Huauchinango y Tepexi de Rodríguez, según información de la dependencia estatal.
Finalmente, se detalló que si bien la incidencia en el estado durante los últimos años ha sido poca, la posibilidad de contraer este mal no es inexistente. Por ello, se hizo hincapié en tomar a consideración las siguientes recomendaciones: revisar la vivienda y alrededores, ventilar camas y catres, limpiar detrás de muebles y objetos colgados en la pared, mover y revisar objetos amontonados, para evitar la existencia del insecto que transmite el padecimiento.