Los seres humanos a lo largo de su vida experimentan diferentes procesos biológicos, hay quien piensa que los más grandes aparecen durante la adolescencia, sin embargo, esto no es así, pues existen otros cambios a los que deben enfrentarse los adultos, aunque no siempre son conocidos.
Uno de ellos es la perimenopausia, que como su nombre lo indica, es una fase previa a la menopausia, en donde las mujeres y personas con vulva atraviesan por distintos síntomas en sus últimos años de fertilidad. Es algo muy común, aunque en la mayoría de los casos no se tiene conocimiento de su presencia.
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Por lo regular quien la padece prefiere no acudir con el médico, pues los malestares aparecen de forma paulatina, aunque, hay casos en los que es necesario recibir atención de un profesional. Los expertos en la materia sostienen que puede durar mucho tiempo y presentarse desde una edad temprana.
¿Cuándo llega la perimenopausia?
De acuerdo con Mayo Clinic, el momento de su aparición es distinto para cada quien, pues hay veces que llega a los 40 años, aunque igual se ha detectado en pacientes que se encuentran en los 30.
Por otro lado, la Dra. Erin Manning, ginecóloga en el Hospital Houston Methodist, indicó que tampoco es posible saber cuando llegará esta etapa o el tiempo que durará, solo cuales son sus principales señales.
“No hay forma de saber anticipadamente cuándo ocurrirá el último ciclo menstrual o si el más reciente periodo menstrual será en realidad tu último, entonces la menopausia termina siendo lo que llamamos un diagnóstico retrospectivo”, explicó.
En este sentido, la especialista destacó que esta etapa se caracteriza por la ausencia del periodo menstrual, por lo que una vez que hayan transcurrido 12 meses sin que se presente oficialmente se ha entrado en la menopausia.
¿Cuáles son los principales síntomas de la perimenopausia?
Mayo Clinic indicó que los principales signos que podrían indicar la llegada de esta etapa son los siguientes:
- Períodos menstruales irregulares: La ovulación se vuelve impredecible, el tiempo entre períodos puede prolongarse o acortarse.
- Sofocos y problemas para dormir: La intensidad de cada uno dependen del caso de cada quien. El calor nocturno es el causante de que se hagan presentes las dificultades para conciliar el sueño.
- Cambios del estado de ánimo: Pueden ir desde la irritabilidad o incluso se tiene el riesgo de sufrir depresión. En algunas situaciones estos malestares pueden llegar a causa de los problemas para dormir y los sofocos.
- Problemas vaginales: Al bajar los niveles de estrógeno, los tejidos vaginales pueden perder lubricación y elasticidad, esto provoca que las relaciones sexuales sean dolorosas.
- Disminución de la fertilidad: Como la ovulación se hace irregular las posibilidades de tener un hijo disminuyen, aunque igual es probable que pase.
- Pérdida de densidad ósea: A causa de la reducción en los niveles de estrógeno se pierde masa ósea más rápido de lo que puede reemplazarse. Los expertos consideran que esto incrementa el riesgo de padecer osteoporosis.
- Cambios en los niveles de colesterol: Se debe visitar a un doctor cuando los síntomas provocan que la calidad de vida se vea afectada, al igual que si hay sangrados excesivos. Los factores de riesgo son el tabaquismo, antecedentes familiares, tratamiento oncológico y la extirpación del útero pero no de los ovarios.