Una práctica que poco se recomienda, pero que sigue ampliamente vigente, es la de automedicarse, pues suele pensarse que al tratarse de un mal “sencillo” con los medicamentos que alguna vez recomendó un médico o que consumió algún conocido o familiar, sin embargo, por muy inofensivos que pueda parecer un medicamento puede representar un riesgo para la salud.
En este mismo caso figuran los laxantes, pues se suele recurrir a estos cuando existe un estreñimiento, sin embargo, este padecimiento puede ser resultado de diversos factores como una alimentación deficiente, una baja ingesta de líquidos, la falta de actividad física e incluso el consumo de varios medicamentos que pueden alterar la función intestinal normal.
¿Se puede consumir cualquier laxante de venta libre?
De acuerdo con la Mayo Clinic, si bien existen diversos laxantes de venta libre que son seguros y eficaces para tratar el estreñimiento ocasional, siempre se deben leer las instrucciones establecidas en las etiquetas, pues el uso excesivo de los mismos puede provocar que el organismo se haga dependiente de los mismos cada que tenga la necesidad de defecar.
Por otra parte, existen una serie de síntomas ante los cuales se recomienda consultar a un médico, tal es el caso de presentar calambres o dolores abdominales intensos, cambios inexplicables en los patrones de defecación, diarrea intensa, heces con sangre o sangrado rectal, estreñimiento que dura más de siete días a pesar del uso de laxantes, debilidad o cansancio fuera de lo común y mareos.
Así mismo, antes de recurrir al consumo de este tipo de fármacos se debe considerar que, si bien la frecuencia de defecación varía, en general una persona suele evacuar tres veces al día, aunque existen organismos que no requieren de esta actividad más que tres veces por semana y cuando se presenta este problema puede llegar acompañados de heces duras, secas o pequeñas.
En cuanto a los riesgos por el consumo de laxantes, el primero es la interacción que estos tengan con otros medicamentos, para lo cual se deberá conocer las contradicciones de cada uno, así mismo se pueden presentar complicaciones en las afecciones que se tengan, se debe considerar que para embarazadas y niños las restricciones son mayores, mismo caso para las mujeres que recientemente dieron a luz.
¿Cómo se puede evitar la ingesta de laxantes?
En cuanto a los comportamientos mediante los cuales se puede evitar la ingesta de laxantes, las principales recomendaciones giran en torno al consumo de alimentos ricos en fibra, como salvado de trigo, frutas y verduras frescas, y avena, pues de acuerdo a los especialistas un adulto promedio debe consumir entre 25 y 31 gramos de fibra por día en las diferentes comidas.
Así mismo se debe beber una importante cantidad de líquido todos los días, es decir, aproximadamente unos 8 o 10 vasos de bebidas descafeinadas no alcohólicas durante el día; a esto se suma el hecho de hacer ejercicio con regularidad, con lo cual se debe sentir un alivio al paso de unos días y sólo en caso de que estos cambios no funcionen se debe recurrir a los laxantes.