Aunque consumir huevo manchado con heces de gallina o sangre puede parecer un acto inocente, puede traer diversas consecuencias en el cuerpo, ya que puede ser el origen de molestas enfermedades gastrointestinales, advierte Ivonne Aldave Moreno, académica de la Universidad Iberoamericana Puebla.
En entrevista con El Sol de Puebla, la experta señala que la bacteria más común en estos productos de origen animal es la salmonela, la cual penetra el huevo a través de su capa protectora.
“Se pueden contraer enfermedades gastrointestinales, y con ello los síntomas, dolor de cabeza, náuseas, cuadro diarreico, dolor estomacal, son varios síntomas y manifestaciones clínicas, pueden ser por diferentes orígenes de bacterias”, explica.
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Al igual que otras enfermedades infecciosas, estas bacterias sólo afectan el cuerpo cuando son ingeridas, es decir, si la persona tiene contacto físico con un huevo sucio no necesariamente adquirirá una enfermedad.
A decir de la académica, adquirir huevos sucios se volvió una práctica constante entre las familias, toda vez que resulta más económico por sus características, en comparación con aquellos que no presentan ninguna alteración.
¿Qué hacer con los huevos sucios en casa?
Si usted adquirió o encontró algún huevo con estas características no significa que debe tirarlo a la basura, detalla la especialista. Sin embargo, deberá lavarlo para eliminar la concentración de bacterias en su capa exterior.
Una forma eficaz de eliminar cualquier riesgo en estos es lavarlos con hipoclorito de sodio, sin embargo, en casa puede realizarse idealmente solo con agua para no descartar la capa protectora del huevo.
“Si piensan lavarlo solo en casa deben hacerlo en un espacio que no esté junto a los trastes, la tarja o alimentos (…) Hay que ocupar un espacio aislado donde no vayamos a contaminar nuestras áreas de preparación de alimentos, esa es la clave, porque podemos ponderar la contaminación”, advierte.
También es posible realizar una solución jabonosa, no obstante, esto restaría parte de la cutícula del huevo y, en consecuencia, las bacterias pueden ingresar al mismo, provocando el mismo efecto que si no estuviera limpio.
También es importante no usar cloro en este procedimiento, porque esto reblandecería el cascarón del huevo. Finalmente, se deben refrigerar los mismos para estabilizar su temperatura y que se mantenga su calidad.
“Es importante estar informados sobre lo que consumimos, si ven algo extraño en los alimentos, sobre todos los de origen animal, con el calor se reproducen más rápido las bacterias, aunado a los alimentos preparados en la calle donde también se corren muchos riesgos”, finaliza.